SALTILLO, ANIVERSARIO Y ESPERANZA

Asturdero, lidiado en Madrid y premiado con la vuelta al ruedo.

Con motivo del centenario del hierro de Saltillo en manos de la familia Moreno, desde su abuelo Félix Moreno Ardanuy hasta el propietario actual José Joaquín Moreno de Silva, se ha editado un libro escrito por Joël Bartolotti, que recoge los últimos años de la historia del hierro, continuación de otro editado hace más de diez años y escrito por Pierre Dupuy, antecesor de Bartolotti en la dirección de la revista Toros de Nîmes.

La historia de este hierro que forma una de las ramas directas del tronco Vistahermosa y que mantiene el interés de la casta en sus corridas, es repasada en sus últimos años, mostrando las razones de su interés para los aficionados.

Un libro valioso que muestra el recorrido del encaste y del que publicamos el epílogo del ganadero. 

EPÍLOGO:

Quiero, al final de este libro, en primer lugar, agradecer Joël su trabajo serio además de profesional. También a Andrea Raboso, por su impecable traducción.

Muchos son los recuerdos que en estas breves líneas quisiera condensar. Sin Félix Moreno Ardanuy, mi abuelo, esta historia no habría podido haberse escrito. Siempre digo que fue el hombre más inteligente que conocí, en casi todas las facetas de la vida que le tocó vivir. Sin duda la persona que más me marcó, siempre lo diré. Mi ídolo.

Un recuerdo a un ganadero ejemplar, mi padre, Alonso Moreno de la Cova, una afición desmedida que se plasmó con los Alonso Moreno, procedencia encaste urcola con inmemorables premios. Muchos toreros salieron por la puerta grande de Madrid, más de 10, con grandes triunfos en muchas plazas de Francia y España.

Una vez más a mis primos, Enrique y Félix, a los que les compré el hierro de Saltillo. Desgraciadamente Félix murió hace unos días, fue un enfermo ejemplar. Lo que hubiese disfrutado con este libro. Enrique, siempre lo digo, es el primo que no fui capaz de descubrir hasta hace unos años. De una gran generosidad además de un caballero.

Por último deciros que todo este esfuerzo que estoy haciendo, está teniendo su recompensa, estando muy agradecido a las diferentes corridas de toros y novilladas, que llevo lidiando estos últimos años aunque creo que la mejor faena de la ganadería de Saltillo fue condensar los cuatro hierros en uno, el de las Tías, el del tío Javier y el mío, Moreno de Silva en uno solo SALTILLO.

Quiera Dios me de salud para seguir trabajando y disfrutando de Saltillo para que mis hijos cojan el relevo y si fuese posible lo engrandezcan.

José Joaquín Moreno de Silva

José Joaquín Moreno Silva, ganadero propietario del hierro de Saltillo, es socio de la Peña Taurina Los de José y Juan, a la que también perteneció su padre, el ganadero Alonso Moreno de la Cova.

Su afición taurina le llevó a ser rejoneador. Ganadero desde su juventud a cargo de las ganaderías de la familia, en 1992 heredó el hierro de Charco Blanco cuyo nombre cambió a Moreno Silva y en 2013 compró el histórico hierro de Saltillo que da nombre a la ganadería y al encaste.

Leer entrevista a José Joaquín Moreno de Silva.

PREMIO ADOLFO BOLLAÍN A DIEGO URDIALES

El miércoles 27 de marzo la Peña taurina “Los de José y Juan”, entregó el Premio Adolfo Bollaín al Hecho taurino más relevante del año 2018, a Diego Urdiales, por su faena al toro Hurón-120 de Fuente Ymbro, el pasado 7 de octubre de 2018 en Las Ventas. El premio, votado con unanimidad, reconoce la conjunción de una faena clásica a un toro bravo, de gran pureza y belleza formal, en la que el riesgo nunca estuvo ausente, y que se sitúa entre las tres o cuatro más importantes de este siglo XXI en Las Ventas.

Diego Urdiales comentó aspectos y conceptos de su toreo con numerosos socios que acudieron a la comida con la que se celebró la entrega del premio, haciendo énfasis en conceptos de la pureza del toreo que en muchos casos mostraban gran cercanía a los expresados por Rafael Ortega en el ensayo “El toreo puro” escrito por Ángel Fernando-Mayo, quien fuera socio de esta Peña.

Comentó que cada torero tenía su distancia, donde mejor se expresaba, que en su caso es la media distancia pues en larga distancia el toro tiene mucha inercia para tomar los pases y en distancias cortas se pierde recorrido.

No es partidario de tener que ligar o encadenar los pases en una serie muy seguida, pues lo importante es el ritmo, la cadencia de la faena, que se pueda hacer con buenos pases y mejor colocación.

En el toreo actual hay mucha presión por cortar orejas y eso es malo para el toreo puro, por ejemplo el toreo con pureza agota mucho al toro bravo y dificulta los indultos.

Habla con la seguridad de haber pasado una larga travesía sin renunciar a su concepto del toreo del que dice, con resonancias belmontinas, que hay que torear con el alma para hacer sentir a los espectadores.

Se reconoció en unos comentarios del pintor Miquel Barceló que comparaba a Velázquez en su brevedad, calidad y pulcritud, con Curro Romero, quien aprecia el arte de Urdiales: “Velázquez quería ser breve en todo lo que hacía, quería terminar muy deprisa y si tenía tiempo no se quedaba en el taller. Él era un caballero. La verdad es que es un misterio, pero no creo que le gustara ensuciarse (…) Es como Curro Romero toreando”. También en otros conceptos del artista: «El arte es un milagro que nunca se repite de la misma manera».

En el tema recurrente e inagotable de la plaza  de Madrid, dice que tiene que prepararse para torear con el run run de los tendidos, que le pone mucha presión, al tiempo que reconoce la entrega del público.

Densa e interesante conversación que acabó con nuestros mejores deseos para esta temporada y la entrega de la bella escultura de Pablo Lozano.

Trece ganaderos románticos, de Luis Fernández Salcedo.

La Peña Taurina “Los de José y Juan” ha reeditado la obra Trece ganaderos románticos de Luis Fernández Salcedo, quien fuera fundador de la Peña en el año 1951. La obra esboza unas biografías de ganaderos de importancia histórica, con la erudición y el cariño, que caracterizan toda la obra de este importante escritor costumbrista y taurino.

Esta nueva edición, en la que se mantiene el prólogo de la edición original de Luis Bollaín, también fundador de “Los de José y Juan”, se amplía con un prólogo de Alberto Fernández Torres, sobrino del autor y socio actual de la Peña, quien junto a sus hermanas ha cedido los derechos de edición.

La obra entera de Luis Fernández Salcedo es, además de una delicia de lectura, interesantísima para entender la historia de las corridas de toros hasta el renacer de los años 80 del pasado siglo XX y está contada con el buen humor, el amor y la comprensión de las circunstancias de la fiesta, características que no están reñidas con la intransigencia en la defensa de la integridad de la misma.

Extracto del prólogo de Alberto Fernández Torres. 

Un famoso filósofo griego, Heráclito de Éfeso, dijo hace 25 siglos que “en los mismos ríos entramos y no entramos, pues somos y no somos los mismos”. De esta tesis, ha derivado la popular sentencia de que “nadie se baña dos veces en el mismo río”.

Es verdad que los especialistas discuten aún si se puede extraer correctamente la segunda tesis de la primera; y hay quienes añaden que todo este lío se debió a una frivolidad de Platón. No obstante, dejemos que los expertos debatan entre sí. Fuere quien fuere, Heráclito o Platón, lo cierto es que la idea de que nadie se puede bañar dos veces en el mismo río porque, a la que lo intenta, las aguas ya no son las mismas, es particularmente ingeniosa.

Algo así como 2.500 años más tarde de que Heráclito, denominado muy apropiadamente “El Oscuro”, expusiera su tesis, los teóricos alemanes de la llamada Estética de la Recepción, no menos oscuros que el filósofo griego, vinieron a decir, sobre poco más o menos, que nadie lee dos veces el mismo libro.

El motivo es casi el opuesto al fenómeno que Platón puso de manifiesto con su exceso de interpretación: cuando vamos a leer un libro por segunda, tercera, cuarta vez… somos nosotros quienes ya no somos los mismos.

Desde luego, no somos los mismos como lectores. Entre la primera y las subsiguientes lecturas, habremos adquirido —es de desear— más conocimientos, más experiencias, nuevas opiniones, nuevas expectativas, nuevas lecturas…; y todo este riquísimo patrimonio nos hará leer ese mismo libro de otra manera, encontrando nuevos sentidos, ignorando otros y cambiando, quizá hasta radicalmente, nuestras reacciones, percepciones e interpretaciones respecto de lo que en él había sido escrito por su autor.

El amable lector ya habrá seguramente adivinado las dos causas principales de que este Prólogo arranque de manera tan pretenciosa como poco taurina. La primera, claro está, es tratar de convencerle de que su malhadado autor no se ha puesto a escribir en él lo primero que se le ha pasado por la cabeza, sino que lo ha pensado con cierto detenimiento hasta encontrar esta manera, más bien petulante, de iniciarlo.

La segunda es compartir con él algo que, no por ser muy subjetivo, deje quizá de tener algún sentido. Me refiero a que es obvio que yo ya no soy el lector que leyó por primera este libro de Luis Vicente Fernández Salcedo (1901-1986), hace seguramente no menos 40 años.

Alberto Fernández Torres es socio de la Peña Taurina “Los de José y Juan”. Alto ejecutivo del sector energético y especialista en comunicación, es descendiente directo de D. Vicente Martínez, creador de la famosa vacada de Colmenar Viejo que pervivió hasta la guerra civil y cuyos restos llegó a heredar Luis Fernández Salcedo.

PEÑAS TAURINAS. QUE SON Y QUE DEBERÍAN SER

Por Andrés de Miguel, Presidente de la Peña Taurina «Los de José y Juan».

El pasado martes 19 de febrero, fui invitado por los alumnos del XVII Curso de Periodismo taurino de la Universidad Complutense, a una mesa redonda para hablar de la Peñas Taurinas, junto al matador de toros francés Marc Serrano y la presidenta del Club Taurino de Rusia Ksenia Tinyakova.

Mi intervención, a la que siguió un turno de preguntas y coloquio con los diferentes alumnos del curso, recorrió cuatro preguntas acerca de las peñas taurinas: Que dicen ser, Que son en realidad, Que no son y Que deberían ser.

Lo que dicen ser es el motivo por el que se crean, para homenajear y seguir a un torero, para juntar a los aficionados de un lugar, para defender unos intereses concretos (abonados, bibliófilos) o una manera de entender la tauromaquia (el toreo clásico)

En realidad son grupos de gente organizados a partir de estos criterios, que se utilizan para amplificar la opinión, aumentar la relevancia social y obtener prebendas o subvenciones, especialmente, aunque no necesariamente, para un líder de opinión o social.

Lo que no tienen las peñas taurinas, es trascendencia en el día a día de las fiestas de toros, ni relevancia en la toma de decisiones organizativas en las ferias, ni importancia en la contratación de toreros o ganaderías.

Es un lugar común decir o pensar que en Francia no es así y quizá sea debido a las diferencias entre la importancia social del espectáculo en los dos países y, fundamentalmente a la existencia de un organismo único que reúne a las asociaciones profesionales y de aficionados, tan distinto de lo que ocurre en España donde la FTL, tan estimable e su labor, defiende los intereses corporativos de los profesionales, tantas veces enfrentados con los de los aficionados. También el tamaño de las ciudades taurinas francesas posibilita la influencia y participación de los aficionados, más complicado en ciudades grandes como las habituales en España, especialmente las de ferias de 1ª o 2ª categoría.

Comenté la petición de Andrés Amorós y François Zumbiehl en sus intervenciones sobre la Tauromaquia en la encrucijada del siglo XXI, en el LXII Ciclo de conferencias de la Peña Taurina “Los de José y Juan”, en el que se referían a la necesidad de un organismo único que agrupara a los estamentos profesionales y a los aficionados en la defensa de la fiesta y en la elaboración de los estudios y mecanismos necesarios para la defensa e impulso social de la Tauromaquia. Las peñas taurinas deberían ser un dinamizador de ese organismo.

En el coloquio y en las otras intervenciones se abundó en los problemas actuales y la necesidad de generar estructuras de participación y defensa de los aficionados, en lo que estuvimos de acuerdo con el director del curso Miguel Ángel Moncholi, con los intervinientes y con los organizadores de la mesa redonda, que fueron los alumnos del curso, Andrew Moore, Verónica Sierra y Guillermo Vellojín, quien moderó acertadamente la mesa y el coloquio.

Andrés de Miguel, socio de la Peña Taurina “Los de José y Juan”, que preside desde marzo de 2018, es sociólogo y aparejador.

Colaborador en diversos medios escritos en soporte papel y electrónico, impulsor de la Tertulia de Jordán, y editor del blog de toros ADIÓS MADRID, cuyo nombre viene del libro del mismo título, escrito en colaboración con José Ramón Márquez. Es autor del ensayo Los aficionados integristas.

LA SUERTE DE VARAS DEL SIGLO XXI

En estos momentos de revitalización y discusión de la suerte de varas, publicamos este largo y enjundioso artículo de nuestro socio José María Moreno Bermejo, de su blog con el mismo título «La suerte de varas».

José María Moreno Bermejo es socio de la Peña Taurina «Los de José y Juan», bibliófilo taurino y actual Secretario de la Unión de Bibliófilos Taurinos de España. Además, es socio de las Uniones de México y Francia.

Autor de diversos libros que van desde la actualidad, como las ediciones del Ayuntamiento de Madrid sobre las temporadas 1997 a 2007, ilustradas por César Palacios, a los estudios históricos como “La saga de los Merchante” o “Gallito III debuta en Madrid” sobre la presentación de Joselito de novillero, entre otras numerosas obras.

¿CÓMO ADECUARÍA LA LIDIA AL SIGLO XXI?

El título anterior es el que el jurado del Premio Literario Internacional Taurino Dr. Zumel propuso para su convocatoria  XXX, de 2018. Un acierto más de este prestigioso premio que cada año incrementa el interés en el ámbito cultural taurino, y que tan generosamente patrocina D. David Shohet Elías con una sabrosa dotación económica.

El de esta edición lo han conseguido un doctor en Biología, D. Fernando Gil Casares, y un veterinario especializado en toros de lidia, D. Julio Fernández Sanz, en la primera categoría; y un experto aficionado, que fuera presidente de la plaza de toros de San Sebastián, D. Francisco Tuduri Esnal, en la segunda. Ambos trabajos son de alto interés y cogen el toro por los cuernos en cuanto a la situación de la Corrida de hoy día, su pronóstico y soluciones para mejorarla; los dos tienen claro que la situación actual es insoportable para la sensibilidad de la sociedad del siglo XXI. Y es la publicación en “El País” (8/III/2019) del comentario de D. Antonio Lorca sobre el trabajo premiado con el premio Zumel en su primera categoría, el que ha me suscitado la necesidad de contestar  a sus autores, respecto a lo que dicen sobre la Suerte de varas.

Aunque ambos trabajos coinciden en el mismo diagnóstico, las adecuaciones que proponen para la mejora imprescindible de la Corrida, son bastante diferentes, ya que el primero se refiere más a las soluciones “técnicas” que creen que pueden mejorar  la actual lidia, mientras que el 2º incide más acertadamente en la diagnosis de las malas praxis que se han ido adoptando para facilitar a los intervinientes en las corridas sus labores profesionales. Ambos trabajo determinan la inviabilidad de la situación actual.

Nos ha gustado mucho el trabajo del Sr. Tuduri, claro, directo y objetivo. El de los Sres. Gil y Fernández adolece, a mi parecer, de credibilidad científica, lo que me obliga a declarar mi inconformidad respecto a su diagnóstico y propuestas de soluciones, en lo que se refiere a la Suerte de varas. El resto de apartados del mismo es coherente y de interés; pero el de la Suerte de varas es…, cargarse la suerte por innecesaria, absurda, ofensiva y denigrante. Cesión de legitimidad para aliviar, eso creen, las iras de los “anti”. Vamos “al toro”, amigo “Bocanegra”.

En 1999 se publican en la Revista de Estudios Taurinos nº 9, dos artículos sobre la Suerte de varas, en los que se reflejan unos estudios minuciosos realizados por veterinarios expertos, que plasman los resultados de los puyazos inferidos a 277 toros lidiados en los cosos de Córdoba, Sevilla y Madrid, durante 46 corridas de las temporadas 1996 y 1997, en un caso; y en el otro los que se obtuvieron de 91 toros lidiados en 14 festejos de la Feria de San Isidro de 1998, con más de 8.000 datos analizados. El primero de ellos lo firman 3 veterinarios de la Facultad de Veterinaria de Córdoba, los profesores: Barahona Hernández, Cuesta López y Montero Agüera. El 2º es el desarrollado por los veterinarios de Madrid: Julio Fernández Sanz y Juan Villalón González-Camino.

En estos estudios queda claro, por parte de los autores, varios conceptos que creo fundamental dar a conocer para poder iniciar una necesaria mejora y adecuación de la Suerte de varas en la corrida de nuestros actuales tiempos. Sobre la idoneidad del puyazo en el morrillo, dicen los veterinarios cordobeses:

 “Porque interesa el borde dorsal del cuello en su posición caudal, un poco anterior a la cruz, que corresponde al nivel de la 4ª a la 6ª vértebras cervicales, y que lesiona los músculos extensores responsables de los movimientos de la cabeza, consecuentemente de la cornamenta, logrando así ahormar  la cabeza en su movimiento para el toreo con la muleta”.  

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Juan Manuel Albendea: «Pepe Luis era la naturalidad en esencia y una persona excepcional»

Entrevista a Juan Manuel Albendea, socio de la Peña Taurina «Los de José y Juan» publicada en el diario ABC.

«Pepe Luis Vázquez. La naturalidad en el toreo» es el número 22 de la colección Tauromaquias (Editorial Universidad de Sevilla). El volumen, que cuenta con prestigiosas firmas, es el cuarto título dedicado a un torero sevillano. Juan Manuel Albendea, coordinador junto a Rogelio Reyes Cano y Carlos del Barco, nos descubre las claves de una obra imprescindible y repasa la actualidad taurina en su condición de gran aficionado.

Ya existe bibliografía sobre Pepe Luis, ¿por qué un nuevo libro?

La Fundación de Estudios Taurinos quiere hacer libros de los toreros que han sido máximas figuras. Ya hicimos el de Joselito, Juan Belmonte e Ignacio Sánchez Mejías. Creo que era necesario y no va a ser el último. Pepe Luis Vázquez es una de las máximas figuras de la tauromaquia y además es sevillano. Estamos encantados con el libro.

No es el primer homenaje al torero.

En el 50 aniversario de su alternativa, se organizó un ciclo de conferencias y mesas redondas. Y en la Maestranza se celebró un homenaje, siendo Luis Manuel Halcón teniente de hermano mayor y yo presidente de la Fundación. Fue una noche muy emotiva. Le propuse cenar en el ruedo y me contestó que no era el lugar decuado porque allí había habido mucha sangre y mucho dolor.

¿Es la naturalidad el rasgo que define a Pepe Luis?

Sin duda alguna. Es un artista. Hay quien ha comparado su toreo con la música de Mozart.

Y naturalidaden su forma de ser.

Así es, era muy sencillo. Tuve muchas conversaciones con él y nunca le escuché presumir de nada, ni siquiera lo hacía en la plaza a pesar de tener motivos. Todo en él era de verdad. Era la naturalidad en esencia y una persona excepcional con mucha modestia a pesar de tener una gran personalidad.

¿Ha sido difícil reunir tantas firmas?

Hemos estado trabajando tres o cuatro meses pero ha sido una tarea gratificante. No quiero olvidarme de nadie sino más bien agradecer a todos su trabajo: catedráticos y académicos, toreros y hasta ex ministros como Manuel Clavero. Y quiero agradecer a la familia de Pepe Luis por cedernos material gráfico, el trabajo de Rogelio Reyes Cano y Carlos del Barco como coordinadores y cómo no a la Real Maestranza que lo hace posible con su apoyo económico.

La obra tiene el valor añadido de los testimonios de quienes lo conocieron.

Contamos con una carta que escribe su hijo Pepe Luis, Curro Romero, los hermanos Miura, Enriqueta Vila, Carlos Urquijo… y en la primera parte, destaca el artículo de Nicolás Salas, que nos entregó su texto días antes de morir. Aporta datos de la Sevilla de su tiempo.

El suyo habla del toreo en la época de Pepe Luis, ¿qué nos puede avanzar?

Al empezar Pepe Luis los toros no tenían cuatro años porque durante la guerra se había matado muchos a causa del hambre, sobre todo en la zona republicana. En los años 40 las ganaderías no podían esperar a que los toros cumplieran los cuatro años. Se lidiaron toros con menos edad y menos quilos.

¿Qué ha supuesto Pepe Luis en la historia del toreo?

Pepe Luis por ser de Sevilla tenía gracia, sin duda, aunque sobre todo era la naturalidad y un conocimiento inmediato y sorprendente de las características de los toros. Era inteligente y natural en todo. Estuvo muchos años toreando a diario en el matadero, ahí fomentó su afición y allí había de todo.

¿Hay diferencias con el toreo de hoy?

El toreo actual lo veo más homogéneo, me da la impresión de que hay muchos toreros que torean igual. No sé si es por las escuelas taurinas.

Su opinión tiene la perspectiva de haber conocido muchas épocas.

Llevo 42 años de abonado en Sevilla y otros tantos en Madrid donde tuve la fortuna de formar parte del Club Taurino Madrileño. Tenía 16 años y había tertulia casi todos los días. Había socios que habían visto torear a Guerrita.

Fue pionero en defender la Fiesta.

Tuve la suerte de defenderla en el Congreso de los Diputados y de ser el ponente de la Ley que declaró los Toros Patrimonio Cultural Inmaterial que hizo que fueran competencia del Estado y no de las Comunidades Autónomas.

¿Cómo ve el momento actual?

No le veo peligro a la Fiesta pero sí excesiva homogeneidad. No es que no haya figuras pero tienen que salir otras nuevas. Si lo consideramos un arte lo lógico sería que tuviera ayudas como la música, el teatro o el cine para poder bajar el precio de las entradas. Otro gran problema que veo es que la televisión pública no se ocupa de los toros. La juventud, que es el futuro de la Fiesta, lo tiene que ver en televisión para aficionarse y conocerla. Hay que fomentarlo

¿Hace falta un Pepe Luis en 2019?

Haría falta un presidente del Gobierno aficionado a los toros.

¿Le sorprende que la tauromaquia de Pepe Luis siga estando vigente?

Bueno… los dos mejores toreros que he visto y con los que he disfrutado son Pepe Luis y Antonio Bienvenida.

Juan Manuel Albendea Pavón, socio de la Peña Taurina “Los de José y Juan”, ha sido Diputado por Sevilla en el Congreso de los Diputados por el Partido Popular en cinco legislaturas, fue Presidente de la Comisión de Cultura que presentó la “Ley para la regulación de la Tauromaquia como patrimonio cultural” en 2013. Anteriormente fue un alto ejecutivo de la banca. Ejerció la crítica taurina en el diario EL PAÍS, con el pseudónimo de Gonzalo Argote.

Veinticinco medidas imprescindibles para mejorar la Fiesta de los toros

Artículo escrito por Andrés Amorós.

En el comienzo de la nueva temporada taurina, la Fiesta sigue estando muy viva: lo demuestran los ataques que recibe por parte de los enemigos de España, que la ven –con toda la razón– como una seña de identidad española; también, los ataques de los animalistas, que colocan los presuntos derechos de los animales por encima de los humanos. Está claro que, ahora mismo, esos ataques no van a tener éxito. Eso no impide que la Tauromaquia debe afrontar una serie de medidas que la pongan al día, manteniendo su esencia como arte, rito y fiesta del pueblo español.

LO POSIBLE

El modelo común

1/ Nos guste más o menos, vivimos en un régimen autonómico pero, si se ha comprobado que ha llevado a algunas consecuencias disparatadas, deben remediarse. Es un absurdo total que cada Autonomía tenga, ahora mismo, un Reglamento taurino diferente. Cuando los toreros pasan de una Plaza a otra, ¿deberán llevar consigo a un abogado o una biblioteca portátil con los distintos Reglamentos? Nada impide que los representantes de las Autonomías se pongan de acuerdo para consensuar un modelo común de Reglamento taurino.

2/ Muy recomendable sería que los profesionales consensuaran un modelo recomendado (no impuesto) para los pliegos de adjudicación, en las Plazas de titularidad pública.

3/ Ese modelo común de Reglamento debe garantizar una asistencia médica especializada y unas instalaciones sanitarias adecuadas, en todas las corridas. Ya existe eso en las Plazas de primera y segunda categoría pero no en las de tercera: la pasada temporada se ha comprobado, con episodios que pudieron terminar trágicamente.

4/ Hay que garantizar la exigencia del análisis de astas en todos los festejos. La integridad del toro parece garantizada en las Ferias más importantes pero no en las demás: alguna sentencia reciente lo ha confirmado.

5/ Parece conveniente probar un nuevo tipo de festejo: una clase práctica pública, con menos exigencias legales.

6/ Utilizando la mediación del Ministerio de Cultura, se debería dar el encaje legal adecuado, dentro del sistema educativo, a las Escuelas de Tauromaquia. No es lógico que dependan de que un equipo municipal sea o no defensor de las corridas.

7/ Es imprescincidible generalizar la reforma de las Plazas de toros históricas, para cumplir la medidas legales de seguridad y garantizar la comodidad.

La lidia

8/ Hay que agilizar la lidia, evitando tiempos muertos, para que sea un espectáculo más breve.

9/ Conviene abrir los carteles, para fomentar la competencia, uno de los mayores atractivos de la Fiesta.

10/ El rito taurino incluye la muerte del toro pero conviene limitar el número (no sólo el tiempo) de pinchazos y descabellos, para evitar algo que hiera la sensibilidad de muchos espectadores.

11/ En las grandes Ferias, se deben contratar primero los toros y hacerlo público; luego, conviene una mayor transparencia sobre las condiciones exigidas por los toreros.

Difusión

12/ Hay que facilitar el conocimiento del toro bravo en el campo, con un Plan de visitas a las ganaderías.

13/ Es imprescindible una campaña nacional para difundir los valores ecológicos, económicos y culturales de la Fiesta, mediante un «Catecismo» o «ABC taurino» y una página web.

14/ Hay que hacer una campaña taurina dirigida a los jóvenes, que incluya entradas más baratas y una adecuada difusión.

15/ Los aficionados deben ser más activos para reclamar la presencia de la Fiesta en los medios de comunicación.

LO IMPOSIBLE

El toro

1/ Hay que recuperar la casta perdida: el toro bravo es el fundamento de la Fiesta.

2/ No deben desaparecer más encastes de reses bravas, un tesoro ecológico.

3/ Se debe recuperar la suerte de varas, que algunos profesionales y espectadores quieren reducir a un puro trámite.

Economía

4/ Los profesionales taurinos deben consensuar un modelo económico viable.

5/ Para garantizar el futuro de la Fiesta, hay que hacer posibles las novilladas.

6/ Se debe bajar el precio de las localidades, que impide el acceso a las Plazas de muchos espectadores.

7/ Hay que impedir los cuasi monopolios: un empresario que también es ganadero y apoderado.

Difusión

8/ Televisión Española debe transmitir en directo algunas corridas con carteles atractivos y dar información de las grandes Ferias, en los telediarios.

Unidad

9/ Es absolutamente imprescindible crear una asociación única de profesionales y aficionados, que defienda permanentemente la Fiesta en los tribunales y en los medios de comunicación y que presione sin complejos a los políticos (incluidos los europeos).

10/ Deben volver a darse festejos taurinos en la Plaza de Barcelona, tal como la ley expresamente ha autorizado.

Todas estas medidas –como los Mandamientos– se resumen en dos: 1/Que los profesionales miren por el bien de la Fiesta, más que por su beneficio particular. 2/ Que, más allá de sus diferencias de gusto y de intereses, los profesionales y los aficionados a los toros se unan de verdad para defender la Fiesta.

¿Va a suceder todo esto? Me gustaría creerlo pero me resulta demasiado difícil porque conozco un poco este mundo. Sin todo esto, ¿corre peligro de desaparecer la Fiesta? No lo creo. Ha demostrado su vitalidad resistiendo a prohibiciones de reyes y hasta de Papas. No podrán con ella los independentistas, ni los políticos sectarios o acomplejados, ni los animalistas radicales… Seguirá viva mientras así lo quiera el pueblo español, en un ámbito de respeto a la libertad. Lo dijo Ramón Pérez de Ayala: «Si muriera la Fiesta, moriría España». Espero no llegar a verlo.

Andrés Amorós, socio de la Peña Taurina “Los de José y Juan”, es doctor en Filología Románica y catedrático de Literatura Española en la Universidad Complutense de Madrid.  Ha publicado obras relevantes sobre la tauromaquia y actualmente ejerce la crítica taurina en el diario ABC de Madrid. Entre sus galardones destacan el Premio Nacional de Ensayo, el Premio Nacional de la Crítica Literaria, el Premio Fastenrath de la Real Academia Española y el Premio José María de Cossío.

JOSE LUIS PALOMAR, UN TORERO SOBRIO, PRECISO Y CERTERO.

José Luis Palomar, Andrés de Miguel y Gonzalo Bienvenida

José Luis Palomar, torero soriano, como le gusta recalcar, haciendo hincapié en la dificultad de ser torero en una ciudad y provincia donde hay escaso ambiente taurino y ninguna ganadería brava, protagonizó un enjundioso coloquio con el joven periodista Gonzalo Bienvenida en la última sesión del LXII Ciclo de conferencias de la Peña Taurina “Los de José y Juan”.

Protagonista de la “corrida del siglo del 1 de junio de 1982” junto a Ruiz Miguel y Esplá con los toros de Victorino Martín, volvió a salir por la Puerta Grande de Madrid 16 días más tarde en la corrida de Beneficencia con toros de la misma ganadería. Tuvo una exitosa carrera en la que toreó 24 veces en Las Ventas durante los años 80 y primeros 90.

El torero José Luis Palomar

Ha vuelto a la actualidad gracias a sus comentarios en las transmisiones televisivas, primero en TauroCast y ahora en Telemadrid, donde explica con sencillez y claridad los momentos y situaciones de la lidia. Sobrio, preciso, sin tapujos, con conocimiento y respeto, tanto a los profesionales como al público.

Tiene la virtud, tanto en la entrevista que sabiamente condujo Gonzalo Bienvenida, como lo tenía en su toreo, de ir de frente, sin ponerse de perfil ante las preguntas, como no se ponía ante el toro. Aduce que el riesgo en el toreo está en adelantar la pierna de salida puesto que es cuando el toro puede coger, pero es como se le puede dominar. La largura del pase ya depende de la calidad del toro y el torero, pero el riesgo está hasta que el toro pasa la pierna de salida, es decir desde el cite hasta el final del embroque. Plantea que la lidia es demostración de quién manda, si el toro o el torero y que la emoción está cuando el toro pone problemas a dicho dominio.

No es, ni fue, partidario de los engaños grandes, pues dice que son más complicados de manejar y que no dan más defensa al torero, pues con un capote o muleta más pequeño se puede pasar al toro todo lo lejos que se quiera. Un purista de la estocada, mataba a los toros despacio y por derecho, y en esto, como en muchos otros conceptos recuerda a Rafael Ortega, cuyas maneras inspiraron la obra fundamental titulada “El toreo puro”.

Ponía las banderillas de poder a poder, dejándose ver, también en esta suerte que tanto se presta al adorno y el artificio.

El periodista Gonzalo Bienvenida

Palomar se retiró, sin ruido, en el año 1996, pero su recuerdo es importante porque durante su carrera representó una versión personal del toreo clásico, del toreo puro que va de frente al toro, gusta de su dominio y se adorna con sobriedad, como remate de una faena. Eficaz con el capote, sobrio con las banderillas, cruzado en la muleta, toreando por abajo y matando despacio, su toreo es un compendio de clasicismo y pureza, sobriedad y dominio, respeto y conocimiento, que ahora demuestra en las transmisiones televisivas que se reciben de buen grado entre los aficionados.

Conferencia completa en el siguiente enlace:

Grabación de vídeo por cortesía de Carmen del Castillo y Fidel Carrasco (Autores del libro La Monumental de Sevilla). 

IGNACIO SÁNCHEZ MEJÍAS, UN HOMBRE EXCESIVO

Andrés Amorós, Andrés de Miguel e Ignacio Sánchez-Mejías | Foto: Julio Carrasco

Un hombre excesivo, como persona, como torero, como protagonista social y artístico. Ese es el adjetivo que mejor le cuadra a Ignacio Sánchez Mejías, según el recorrido que por su vida y su obra realizó su sobrino nieto Ignacio Sánchez-Mejías, economista, auditor, profesor universitario y aficionado a los toros. Andrés Amorós, socio de “Los de José y Juan”, el mayor conocedor de la vida y obra del torero, recalcó la importancia del personaje de quien a modo de ejemplo, afirma que si hubiera sido un ciudadano de Estados Unidos, se habrían hecho películas sobre su vida.

Casado con Lola Gómez Ortega, hermana de Joselito, en cuya cuadrilla empezó su andadura taurina, de quien tomó la alternativa y a quien acompañó en la fatal corrida de Talavera. Torero de valor, sobresalía en la emoción del riesgo, sin desdeñar la capacidad técnica y la creación artística.

Las distintas facetas de su vida social son conocidas. Mecenas de la generación del 27, la edad de plata de la literatura española, él mismo escribió tres obras de teatro, de las cuales Sinrazón, estrenada en el teatro Calderón de Madrid, es un drama psicoanalítico. Produjo el musical Las calles de Cádiz, protagonizado por La Argentinita, gran amor del torero, donde participaron varios componentes de la generación del 27. Escribió numerosos textos y notas, que Andrés Amorós ha recopilado y dado forma de novela.

Actor social en su Sevilla natal, nombrado presidente del Betis, promotor de un servicio transatlántico de dirigibles que no llegó a ver la luz, fue como afirmó su sobrino nieto, un hombre excesivo, animador de la vida social y cultural de la España de antes de la guerra, que culminó tras su muerte en Manzanares con la elegía de Federico García Lorca “Llanto por Ignacio Sánchez Mejías”, que definitivamente lo inmortalizó en el recuerdo.

Una vida que no por conocida es menos interesante, repasada brillantemente por los participantes en la tercera conferencia del LXII Ciclo de la Peña Taurina “Los de José y Juan” en la sala Antonio Bienvenida de Las Ventas, en el año que se cumple el centenario de su alternativa en Barcelona, de manos de Joselito y en presencia de Juan Belmonte.

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UN GANADERO DE CARÁCTER

Ricardo Gallardo, ganadero de Fuente Ymbro es una persona de convicciones fuertes, se expresa con claridad y reparte sus opiniones allá donde le preguntan. Ganadero de éxito, no rehúye venir a Madrid donde traerá este año tres corridas de toros y tres novilladas, superando sus participaciones en la temporada pasada, donde presentó el 8 de octubre la gran corrida en la que Diego Urdiales, pleno de clasicismo, realizó la inolvidable faena a Hurón-120, Octavio Chacón se enfrentó en una dura pelea a Soplón-68 y David Mora sorteó al bravo Laminado-184.

En una muestra de su carácter poco amigo de componendas, criticó a la afición torista de Madrid por no haber pedido la vuelta al ruedo de Laminado, para su criterio el toro más bravo que ha lidiado en su carrera de ganadero.

En conversación con José Joaquín Moreno Silva, ganadero de Saltillo y socio de “Los de José y Juan” quien le presentó en la conferencia, fue comentando  distintos aspectos de su ganadería, en la segunda conferencia del LXII Ciclo de conferencias de la Peña Taurina “Los de José y Juan”.

Obtenida en el año 96 por la compra de una parte de Jandilla, siempre tiene unas palabras de agradecimiento para su propietario Borja Domecq, quien le apoyó en las labores de la ganadería y para “el tío Perico”, Pedro Domecq y Díez. No tarda en lidiar en Madrid y toma antigüedad en 2002, para extender sus corridas por las principales plazas de España y Francia.

Es fijo en Pamplona donde ha ganado numerosos premios y habla de Valencia como la plaza con la que está más identificado, Sevilla, Bilbao, Málaga, Logroño, Zaragoza, Nimes además de Madrid son plazas habituales, lo que quiere decir que está en las ferias más importantes de la temporada.

Lidia unos veinte festejos, entre corridas y novilladas, cada año, suficientes para una camada de vacas de unas 525, para las que tiene más de 60 sementales. Afirma que la regularidad de la ganadería se establece precisamente por el gran número de sementales y se muestra orgulloso de haber recibido el premio “Hierro de oro”, de Radio Nacional de España, en tres ocasiones desde su creación hace cinco años, como una constatación de su trabajo.

Es protagonista de dos innovaciones que han influido grandemente en la moderna ganadería: Las fundas y el tauródromo.

Debido a las características de las tierras de su finca, las fundas le permiten que los toros lleguen a las plazas con sus pitones sin desgastar, lo que aumenta el rendimiento de la cría, aunque dice que un inconveniente es que se aumentan las peleas entre los toros. Hoy las fundas están extendidas entre la gran mayoría de las ganaderías.

El primer tauródromo que vio, fue el de Juan Pedro Domecq, pero él lo organizó y sistematizó para poder hacer correr a los toros con regularidad y mejorar su rendimiento físico, aunque los toros además de preparación física necesitan casta, pues si no quieren embestir no hay fuerzas que valgan.

Con el nuevo aspecto que le da la barba, tan habitual en los toreros en invierno y que en su caso quizá obedezca a disimular una cicatriz de una reciente intervención quirúrgica, Ricardo Gallardo no rehuyó ningún tema de conversación, habló de su buena relación personal con Finito de Córdoba y Miguel Ángel Perera, y se mostró partidario del bombo para la feria de San Isidro, cuya fórmula se difundió, precisamente cuando empezábamos el coloquio con los asistentes, por parte de Gonzalo Bienvenida quien estaba entre los asistentes y nos dio la primicia.