Lecciones morales de la fiesta

Foto de Andrew Moore | Octavio Chacón triunfa en Las Ventas con Asturdero, (Saltillo).

Hoy publicamos el tercer y último escrito de esta trilogía que nuestro socio Jesús Banegas dedica a «La Fiesta».

Por Jesús Banegas.

La fiesta tiene muy arraigada una función redentora. Después de sufrir penurias de todo tipo, es frecuente que un torero poco conocido o insuficientemente reconocido, gracias a una circunstancial demostración de sus méritos alcance notoriedad y dé un salto en su valoración por los públicos y por tanto los empresarios. Se trata de una justicia innata que siempre ha estado vigente en la fiesta. Todas las temporadas asistimos a fenómenos redentoristas: Diego Urdiales, Octavio Chacón y Pablo Aguado son recientes ejemplos.

Aquí, Las Ventas se lleva la palma.

Si la fiesta se mantiene en vigor es gracias a su larga tradición y la capacidad – a pesar de todo- de toreros, ganaderos y empresarios de adaptarse a los nuevos tiempos. Sólo una muy pequeña parte de cada gremio gana dinero, unos cuantos más se sostienen  con dificultades y el resto lo pasa mal. La teoría económica no puede explicar la vigencia de la fiesta; hacen falta consideraciones sentimentales para entenderla.

Curiosamente y a diferencia de otros ámbitos económicos y culturales la capacidad lobística de la fiesta es paupérrima. Ninguno de sus tres ámbitos –ganaderos, toreros, empresarios- se ha caracterizado nunca por preocuparse seriamente por sus intereses corporativos Es ridículo que los toreros reclamen a los ayuntamientos, diputaciones y comunidades autónomas la subvención de escuelas taurinas, cuando lo serio sería que fueran sufragadas con su propias aportaciones -un pequeñísimo porcentaje de sus ingresos-, que con una adecuada acción de lobby  podrían ser deducibles como gasto en el IRPF.

Es asombroso que no haya una estructura representativa -una federación– de toreros, ganaderos y empresarios taurinos que con un staff profesional adecuado al caso vele, seria y permanentemente, por los intereses del sector.

Finalmente, la fiesta mantiene una genuina vitalidad en cuanto a la conservación y la transmisión de valores morales de tan grande vigencia como necesaria reivindicación en la España de nuestro tiempo.

Todos los toreros -incluyendo los novilleros– sin excepción, ofrecen en la calle una pulcrísima imagen, moderna pero ajena por completo a esas modas ¡postmodernas! –piercing, tatuajes, estilo cantinflesco… – que se han adueñado del futbol y la música pop, por ejemplo. Pero, además de sus impecables aspectos físicos, todos ellos se suelen expresar con claridad, rigor y respeto a lo sucedido en las plazas. Los valores que subyacen en todas las declaraciones de los  toreros están enraizados en el aprendizaje, el respeto a los maestros a los que llaman de usted, el esfuerzo –nada viene dado, hay que esforzarse en conseguirlo, el mérito –obtenido en la cara del toro que pone a cada uno en su sitio –, el trabajo bien hecho –no de cualquier manera sino sujeto a cánones, el reconocimiento de los demás, la mejora constante, el sobreponerse a las dificultades, el  compañerismo –ningún torero habla mal de otro, el sentido de la responsabilidad -la culpa si las cosas no salen bien no es de los demás-, la valentía para enfrentarse a las dificultades -de los toros y hasta del viento-, la fe hasta el final en sus posibilidades –que permite levantar faenas imposible–, la capacidad de superación de todo tipo de dificultades -ante el toro, los empresarios, el público-, el trabajo de entrenamiento incluso cuando vienen mal dadas, el  volver a empezar olvidando las amarguras de  los fracasos, ….

Si echamos una mirada a nuestro alrededor, vemos pocos ejemplos de este tipo de ética antigua y seria, antaño asociada a las más diversas prácticas profesionales. Nuestro toreros nos recuerdan que es posible una educación con valores, y un desarrollo profesional basado en el respeto al maestro, el esfuerzo, la superación de dificultades y la creatividad. Si necesitamos ejemplos de cómo se puede alcanzar el éxito por los caminos derechos y sin atajos, es en esos ámbitos donde los  toreros tienen mucho que enseñar.

Jesus Banegas, socio de la Peña, es doctor en ciencias económicas, ingeniero, empresario, escritor y conferenciante sobre innovación tecnológica. Tras presidir largos años el sector tecnológico y ser vicepresidente de CEOE es actualmente presidente del Foro de la Sociedad Civil. Ha sido escritor esporádico de temas taurinos, sobre todo en la reeditada -en los pasados años 80, junto con Manuel Moles- revista El Ruedo  y empresario taurino –Torifinsa––a finales del pasado siglo. Está en posesión de la Gran Cruz del Mérito Civil.

“LOS DE JOSÉ Y JUAN” EN LOS ACTOS CULTURALES DE SAN ISIDRO.

Los socios de la Peña Taurina “Los de José y Juan” están presentes en distintos actos celebrados durante la feria de San Isidro en la Plaza de toros de Las Ventas.

El viernes 7 de junio, a las 12,30 de la mañana, José Joaquín Moreno Silva, actual propietario de la ganadería de Saltillo y socio de “Los de José y Juan”, presentará el libro SALTILLO II Aniversario y Esperanza, en la Sala Antonio Bienvenida. El libro está escrito por Joel Bartolotti, exdirector de la revista TOROS editada en Nîmes, decana de la prensa taurina, en conmemoración del centenario de la compra del hierro por la familia Moreno. En la presentación participarán Miguel Ángel Moncholi y José Luis Ramón, director de la revista 6TOROS6.

El sábado 8 de junio, a la misma hora, la Unión de Federaciones Taurinas de Aficionados de España (UFTAE) entregará el VI TROFEO NACIONAL a la Promoción y Fomento de la Tauromaquia, 2018 al Excmo. Sr. Juan Manuel Albendea Pabón, ponente desde la Presidencia de la Comisión de Cultura del Congreso de los Diputados, de la Ley que regula la Tauromaquia como Patrimonio Cultural. Juan Manuel Albendea es socio de la Peña Taurina “Los de José y Juan”

Estos actos se unen a la entrega el pasado sábado 2 de junio, del TROFEO PUERTA DE SAN VICENTE, dentro de los XVI Trofeos Puertas de Madrid, 2018, de la Federación Taurina de la Comunidad de Madrid, dedicado a la Trayectoria de instituciones y personas, relacionadas con el mundo taurino de la Comunidad de Madrid a Andrés Amorós Guardiola, también socio de la Peña Taurina “Los de José y Juan”.

Los socios de la Peña Taurina “Los de José y Juan”, participan activamente en la difusión, promoción y defensa de la Tauromaquia.

SALTILLO, ANIVERSARIO Y ESPERANZA

Asturdero, lidiado en Madrid y premiado con la vuelta al ruedo.

Con motivo del centenario del hierro de Saltillo en manos de la familia Moreno, desde su abuelo Félix Moreno Ardanuy hasta el propietario actual José Joaquín Moreno de Silva, se ha editado un libro escrito por Joël Bartolotti, que recoge los últimos años de la historia del hierro, continuación de otro editado hace más de diez años y escrito por Pierre Dupuy, antecesor de Bartolotti en la dirección de la revista Toros de Nîmes.

La historia de este hierro que forma una de las ramas directas del tronco Vistahermosa y que mantiene el interés de la casta en sus corridas, es repasada en sus últimos años, mostrando las razones de su interés para los aficionados.

Un libro valioso que muestra el recorrido del encaste y del que publicamos el epílogo del ganadero. 

EPÍLOGO:

Quiero, al final de este libro, en primer lugar, agradecer Joël su trabajo serio además de profesional. También a Andrea Raboso, por su impecable traducción.

Muchos son los recuerdos que en estas breves líneas quisiera condensar. Sin Félix Moreno Ardanuy, mi abuelo, esta historia no habría podido haberse escrito. Siempre digo que fue el hombre más inteligente que conocí, en casi todas las facetas de la vida que le tocó vivir. Sin duda la persona que más me marcó, siempre lo diré. Mi ídolo.

Un recuerdo a un ganadero ejemplar, mi padre, Alonso Moreno de la Cova, una afición desmedida que se plasmó con los Alonso Moreno, procedencia encaste urcola con inmemorables premios. Muchos toreros salieron por la puerta grande de Madrid, más de 10, con grandes triunfos en muchas plazas de Francia y España.

Una vez más a mis primos, Enrique y Félix, a los que les compré el hierro de Saltillo. Desgraciadamente Félix murió hace unos días, fue un enfermo ejemplar. Lo que hubiese disfrutado con este libro. Enrique, siempre lo digo, es el primo que no fui capaz de descubrir hasta hace unos años. De una gran generosidad además de un caballero.

Por último deciros que todo este esfuerzo que estoy haciendo, está teniendo su recompensa, estando muy agradecido a las diferentes corridas de toros y novilladas, que llevo lidiando estos últimos años aunque creo que la mejor faena de la ganadería de Saltillo fue condensar los cuatro hierros en uno, el de las Tías, el del tío Javier y el mío, Moreno de Silva en uno solo SALTILLO.

Quiera Dios me de salud para seguir trabajando y disfrutando de Saltillo para que mis hijos cojan el relevo y si fuese posible lo engrandezcan.

José Joaquín Moreno de Silva

José Joaquín Moreno Silva, ganadero propietario del hierro de Saltillo, es socio de la Peña Taurina Los de José y Juan, a la que también perteneció su padre, el ganadero Alonso Moreno de la Cova.

Su afición taurina le llevó a ser rejoneador. Ganadero desde su juventud a cargo de las ganaderías de la familia, en 1992 heredó el hierro de Charco Blanco cuyo nombre cambió a Moreno Silva y en 2013 compró el histórico hierro de Saltillo que da nombre a la ganadería y al encaste.

Leer entrevista a José Joaquín Moreno de Silva.

Veinticinco medidas imprescindibles para mejorar la Fiesta de los toros

Artículo escrito por Andrés Amorós.

En el comienzo de la nueva temporada taurina, la Fiesta sigue estando muy viva: lo demuestran los ataques que recibe por parte de los enemigos de España, que la ven –con toda la razón– como una seña de identidad española; también, los ataques de los animalistas, que colocan los presuntos derechos de los animales por encima de los humanos. Está claro que, ahora mismo, esos ataques no van a tener éxito. Eso no impide que la Tauromaquia debe afrontar una serie de medidas que la pongan al día, manteniendo su esencia como arte, rito y fiesta del pueblo español.

LO POSIBLE

El modelo común

1/ Nos guste más o menos, vivimos en un régimen autonómico pero, si se ha comprobado que ha llevado a algunas consecuencias disparatadas, deben remediarse. Es un absurdo total que cada Autonomía tenga, ahora mismo, un Reglamento taurino diferente. Cuando los toreros pasan de una Plaza a otra, ¿deberán llevar consigo a un abogado o una biblioteca portátil con los distintos Reglamentos? Nada impide que los representantes de las Autonomías se pongan de acuerdo para consensuar un modelo común de Reglamento taurino.

2/ Muy recomendable sería que los profesionales consensuaran un modelo recomendado (no impuesto) para los pliegos de adjudicación, en las Plazas de titularidad pública.

3/ Ese modelo común de Reglamento debe garantizar una asistencia médica especializada y unas instalaciones sanitarias adecuadas, en todas las corridas. Ya existe eso en las Plazas de primera y segunda categoría pero no en las de tercera: la pasada temporada se ha comprobado, con episodios que pudieron terminar trágicamente.

4/ Hay que garantizar la exigencia del análisis de astas en todos los festejos. La integridad del toro parece garantizada en las Ferias más importantes pero no en las demás: alguna sentencia reciente lo ha confirmado.

5/ Parece conveniente probar un nuevo tipo de festejo: una clase práctica pública, con menos exigencias legales.

6/ Utilizando la mediación del Ministerio de Cultura, se debería dar el encaje legal adecuado, dentro del sistema educativo, a las Escuelas de Tauromaquia. No es lógico que dependan de que un equipo municipal sea o no defensor de las corridas.

7/ Es imprescincidible generalizar la reforma de las Plazas de toros históricas, para cumplir la medidas legales de seguridad y garantizar la comodidad.

La lidia

8/ Hay que agilizar la lidia, evitando tiempos muertos, para que sea un espectáculo más breve.

9/ Conviene abrir los carteles, para fomentar la competencia, uno de los mayores atractivos de la Fiesta.

10/ El rito taurino incluye la muerte del toro pero conviene limitar el número (no sólo el tiempo) de pinchazos y descabellos, para evitar algo que hiera la sensibilidad de muchos espectadores.

11/ En las grandes Ferias, se deben contratar primero los toros y hacerlo público; luego, conviene una mayor transparencia sobre las condiciones exigidas por los toreros.

Difusión

12/ Hay que facilitar el conocimiento del toro bravo en el campo, con un Plan de visitas a las ganaderías.

13/ Es imprescindible una campaña nacional para difundir los valores ecológicos, económicos y culturales de la Fiesta, mediante un «Catecismo» o «ABC taurino» y una página web.

14/ Hay que hacer una campaña taurina dirigida a los jóvenes, que incluya entradas más baratas y una adecuada difusión.

15/ Los aficionados deben ser más activos para reclamar la presencia de la Fiesta en los medios de comunicación.

LO IMPOSIBLE

El toro

1/ Hay que recuperar la casta perdida: el toro bravo es el fundamento de la Fiesta.

2/ No deben desaparecer más encastes de reses bravas, un tesoro ecológico.

3/ Se debe recuperar la suerte de varas, que algunos profesionales y espectadores quieren reducir a un puro trámite.

Economía

4/ Los profesionales taurinos deben consensuar un modelo económico viable.

5/ Para garantizar el futuro de la Fiesta, hay que hacer posibles las novilladas.

6/ Se debe bajar el precio de las localidades, que impide el acceso a las Plazas de muchos espectadores.

7/ Hay que impedir los cuasi monopolios: un empresario que también es ganadero y apoderado.

Difusión

8/ Televisión Española debe transmitir en directo algunas corridas con carteles atractivos y dar información de las grandes Ferias, en los telediarios.

Unidad

9/ Es absolutamente imprescindible crear una asociación única de profesionales y aficionados, que defienda permanentemente la Fiesta en los tribunales y en los medios de comunicación y que presione sin complejos a los políticos (incluidos los europeos).

10/ Deben volver a darse festejos taurinos en la Plaza de Barcelona, tal como la ley expresamente ha autorizado.

Todas estas medidas –como los Mandamientos– se resumen en dos: 1/Que los profesionales miren por el bien de la Fiesta, más que por su beneficio particular. 2/ Que, más allá de sus diferencias de gusto y de intereses, los profesionales y los aficionados a los toros se unan de verdad para defender la Fiesta.

¿Va a suceder todo esto? Me gustaría creerlo pero me resulta demasiado difícil porque conozco un poco este mundo. Sin todo esto, ¿corre peligro de desaparecer la Fiesta? No lo creo. Ha demostrado su vitalidad resistiendo a prohibiciones de reyes y hasta de Papas. No podrán con ella los independentistas, ni los políticos sectarios o acomplejados, ni los animalistas radicales… Seguirá viva mientras así lo quiera el pueblo español, en un ámbito de respeto a la libertad. Lo dijo Ramón Pérez de Ayala: «Si muriera la Fiesta, moriría España». Espero no llegar a verlo.

Andrés Amorós, socio de la Peña Taurina “Los de José y Juan”, es doctor en Filología Románica y catedrático de Literatura Española en la Universidad Complutense de Madrid.  Ha publicado obras relevantes sobre la tauromaquia y actualmente ejerce la crítica taurina en el diario ABC de Madrid. Entre sus galardones destacan el Premio Nacional de Ensayo, el Premio Nacional de la Crítica Literaria, el Premio Fastenrath de la Real Academia Española y el Premio José María de Cossío.

JOSE LUIS PALOMAR, UN TORERO SOBRIO, PRECISO Y CERTERO.

José Luis Palomar, Andrés de Miguel y Gonzalo Bienvenida

José Luis Palomar, torero soriano, como le gusta recalcar, haciendo hincapié en la dificultad de ser torero en una ciudad y provincia donde hay escaso ambiente taurino y ninguna ganadería brava, protagonizó un enjundioso coloquio con el joven periodista Gonzalo Bienvenida en la última sesión del LXII Ciclo de conferencias de la Peña Taurina “Los de José y Juan”.

Protagonista de la “corrida del siglo del 1 de junio de 1982” junto a Ruiz Miguel y Esplá con los toros de Victorino Martín, volvió a salir por la Puerta Grande de Madrid 16 días más tarde en la corrida de Beneficencia con toros de la misma ganadería. Tuvo una exitosa carrera en la que toreó 24 veces en Las Ventas durante los años 80 y primeros 90.

El torero José Luis Palomar

Ha vuelto a la actualidad gracias a sus comentarios en las transmisiones televisivas, primero en TauroCast y ahora en Telemadrid, donde explica con sencillez y claridad los momentos y situaciones de la lidia. Sobrio, preciso, sin tapujos, con conocimiento y respeto, tanto a los profesionales como al público.

Tiene la virtud, tanto en la entrevista que sabiamente condujo Gonzalo Bienvenida, como lo tenía en su toreo, de ir de frente, sin ponerse de perfil ante las preguntas, como no se ponía ante el toro. Aduce que el riesgo en el toreo está en adelantar la pierna de salida puesto que es cuando el toro puede coger, pero es como se le puede dominar. La largura del pase ya depende de la calidad del toro y el torero, pero el riesgo está hasta que el toro pasa la pierna de salida, es decir desde el cite hasta el final del embroque. Plantea que la lidia es demostración de quién manda, si el toro o el torero y que la emoción está cuando el toro pone problemas a dicho dominio.

No es, ni fue, partidario de los engaños grandes, pues dice que son más complicados de manejar y que no dan más defensa al torero, pues con un capote o muleta más pequeño se puede pasar al toro todo lo lejos que se quiera. Un purista de la estocada, mataba a los toros despacio y por derecho, y en esto, como en muchos otros conceptos recuerda a Rafael Ortega, cuyas maneras inspiraron la obra fundamental titulada “El toreo puro”.

Ponía las banderillas de poder a poder, dejándose ver, también en esta suerte que tanto se presta al adorno y el artificio.

El periodista Gonzalo Bienvenida

Palomar se retiró, sin ruido, en el año 1996, pero su recuerdo es importante porque durante su carrera representó una versión personal del toreo clásico, del toreo puro que va de frente al toro, gusta de su dominio y se adorna con sobriedad, como remate de una faena. Eficaz con el capote, sobrio con las banderillas, cruzado en la muleta, toreando por abajo y matando despacio, su toreo es un compendio de clasicismo y pureza, sobriedad y dominio, respeto y conocimiento, que ahora demuestra en las transmisiones televisivas que se reciben de buen grado entre los aficionados.

Conferencia completa en el siguiente enlace:

Grabación de vídeo por cortesía de Carmen del Castillo y Fidel Carrasco (Autores del libro La Monumental de Sevilla). 

UN GANADERO DE CARÁCTER

Ricardo Gallardo, ganadero de Fuente Ymbro es una persona de convicciones fuertes, se expresa con claridad y reparte sus opiniones allá donde le preguntan. Ganadero de éxito, no rehúye venir a Madrid donde traerá este año tres corridas de toros y tres novilladas, superando sus participaciones en la temporada pasada, donde presentó el 8 de octubre la gran corrida en la que Diego Urdiales, pleno de clasicismo, realizó la inolvidable faena a Hurón-120, Octavio Chacón se enfrentó en una dura pelea a Soplón-68 y David Mora sorteó al bravo Laminado-184.

En una muestra de su carácter poco amigo de componendas, criticó a la afición torista de Madrid por no haber pedido la vuelta al ruedo de Laminado, para su criterio el toro más bravo que ha lidiado en su carrera de ganadero.

En conversación con José Joaquín Moreno Silva, ganadero de Saltillo y socio de “Los de José y Juan” quien le presentó en la conferencia, fue comentando  distintos aspectos de su ganadería, en la segunda conferencia del LXII Ciclo de conferencias de la Peña Taurina “Los de José y Juan”.

Obtenida en el año 96 por la compra de una parte de Jandilla, siempre tiene unas palabras de agradecimiento para su propietario Borja Domecq, quien le apoyó en las labores de la ganadería y para “el tío Perico”, Pedro Domecq y Díez. No tarda en lidiar en Madrid y toma antigüedad en 2002, para extender sus corridas por las principales plazas de España y Francia.

Es fijo en Pamplona donde ha ganado numerosos premios y habla de Valencia como la plaza con la que está más identificado, Sevilla, Bilbao, Málaga, Logroño, Zaragoza, Nimes además de Madrid son plazas habituales, lo que quiere decir que está en las ferias más importantes de la temporada.

Lidia unos veinte festejos, entre corridas y novilladas, cada año, suficientes para una camada de vacas de unas 525, para las que tiene más de 60 sementales. Afirma que la regularidad de la ganadería se establece precisamente por el gran número de sementales y se muestra orgulloso de haber recibido el premio “Hierro de oro”, de Radio Nacional de España, en tres ocasiones desde su creación hace cinco años, como una constatación de su trabajo.

Es protagonista de dos innovaciones que han influido grandemente en la moderna ganadería: Las fundas y el tauródromo.

Debido a las características de las tierras de su finca, las fundas le permiten que los toros lleguen a las plazas con sus pitones sin desgastar, lo que aumenta el rendimiento de la cría, aunque dice que un inconveniente es que se aumentan las peleas entre los toros. Hoy las fundas están extendidas entre la gran mayoría de las ganaderías.

El primer tauródromo que vio, fue el de Juan Pedro Domecq, pero él lo organizó y sistematizó para poder hacer correr a los toros con regularidad y mejorar su rendimiento físico, aunque los toros además de preparación física necesitan casta, pues si no quieren embestir no hay fuerzas que valgan.

Con el nuevo aspecto que le da la barba, tan habitual en los toreros en invierno y que en su caso quizá obedezca a disimular una cicatriz de una reciente intervención quirúrgica, Ricardo Gallardo no rehuyó ningún tema de conversación, habló de su buena relación personal con Finito de Córdoba y Miguel Ángel Perera, y se mostró partidario del bombo para la feria de San Isidro, cuya fórmula se difundió, precisamente cuando empezábamos el coloquio con los asistentes, por parte de Gonzalo Bienvenida quien estaba entre los asistentes y nos dio la primicia.

 

La Peña Taurina «Los de José y Juan» celebra su LXII Ciclo de Conferencias Taurinas

Queridos todos:

Los cuatro sábados del mes de febrero de 2019, la Peña Taurina “Los de José y Juan” celebra su LXII Ciclo de conferencias taurinas en el Aula Cultural Antonio Bienvenida de la plaza de toros de Las Ventas.

Hablar de toros, pensar la tauromaquia y difundir sus valores éticos y estéticos, es una actividad tan gustosa como necesaria en los tiempos actuales. Defender las corridas de toros de las trabas y prohibiciones externas, y defenderlas también de las tentativas de banalización para convertirlas en un espectáculo donde el riesgo esté ausente.

Los aficionados participamos de la fiesta de la que disfrutamos y lo hacemos difundiendo las ideas que la mantienen y dando la voz a sus protagonistas, aprendiendo de su historia y proyectando su futuro.

Se cumple en este año el centenario de la última temporada completa, en la que alternaron en los ruedos José Gómez Ortega “Gallito” y Juan Belmonte. Compartieron cartel en 64 corridas de las 91 y 110, respectivamente, en las que actuaron y fueron anunciados, en diferentes ocasiones, con la práctica totalidad del escalafón de toreros y más de 60 ganaderías diferentes, en un ejemplo de rivalidad tan diferente de las costumbres actuales.

Agradecemos cordialmente la colaboración y las facilidades que nos ha dado, como en años anteriores, el Centro de Asuntos Taurinos de la Comunidad de Madrid para la realización de este Ciclo de conferencias. Agradecimiento que hago extensivo a todos los que han participado en su organización, preparación y realización.

Os invito a que habléis de toros, a que colaboréis en las distintas actividades, a que acudáis a este Ciclo de conferencias, en la seguridad de que la voz de los aficionados es importante que se haga oír, para la construcción del futuro de las corridas de toros, para el mantenimiento de este espectáculo singular, en el que triunfar sin riesgo es triunfar sin gloria.

Andrés de Miguel

Presidente de la Peña

Escuchando a los maestros.

Bajo el lema «Culturas del toro» se abría el pasado 27 de septiembre, con la plaza de Las Ventas al fondo, un espacio público de reflexión donde pensar en común la emoción del toreo. En un tiempo en que el arte de torear es incomprendido, cuando no vilipendiado, no basta con repetir que la tauromaquia es cultura. Preciso es saber en qué sentido lo es, qué paradigma concreto de vida late en ella, por qué, citando el bello título de Víctor Gómez Pin, constituye «la escuela más sobria de vida». Desde perspectivas filosóficas, antropológicas y artísticas diversas, como también desde la experiencia de matadores y aficionados, estos encuentros quieren seguir dando forma, vigencia y vitalidad al universo simbólico que soporta al toro de lidia.

La conferencia inaugural corrió a cargo de François Zumbiehl, quien ha tenido la gentileza de resumir por escrito su intervención.

Alejandro del Río Herrmann

Escuchando a los maestros.

Por François Zumbiehl

Si tuve tal ansia de acercarme a la palabras de los toreros es porque desde mi primera corrida en la infancia me impactó su silencio. Ellos, en el ruedo, callaban por obligación mientras en los tendidos prosperaban un sinfín de comentarios, recomendaciones y a veces reprobaciones. También me parecía una cortina de humo muchas declaraciones suyas, estereotipadas y complacientes para los lectores, en las revistas especializadas. Quise entonces pasar con ellos al otro lado de esa cortina y recoger sobre su práctica y su sentimiento del toreo una palabra más auténtica y liberada del peso de las circunstancias. ¿qué verdad o verdades me parece haber podido recoger[1] de ellos cuando logré colocarles a una distancia suficiente con respecto a la presión de su recorrido por el planeta de los toros durante la temporada?

En primer lugar que están obsesionados por el trabajo de memoria. “Los toros son el recuerdo” declaró un día, y con razón, el maestro Antoñete. El problema es que ese recuerdo para ellos – como para muchos de nosotros, simples aficionados – es incapaz de restituir el conjunto de su más sublime faena, sino tan sólo detalles o momentos aislados que se alzan en el primer plano de su conciencia. Muchos viven esos estragos del tiempo como una frustración, y algunos con una resignación sonriente. Tal es caso de Pepe Luis Vázquez, quien evocando su obra maestra en Valladolid con el toro de Villagodio, en 1951, me confesó al final : “Sí, quizá sea esa faena que más me ha llenado, por ese motivo, porque no me acuerdo. Sería porque estaba fuera de lugar.”

Pepe Luis Vázquez, en un lance a pies juntos. Foto ABC.

La segunda revelación es que mientras están en activo se sienten sometidos a un inacabable camino de perfección. Estos “héroes” de los que la afición celebra con justicia los triunfos entienden que nunca han llegado ni llegarán a la cúspide de lo que querían expresar en el ruedo. “Mi mejor faena está por realizar, la guardo todavía en mis entrañas” aseguran muchos de ellos, y esta vez la frase no es sólo un estereotipo. Está dictada por la humildad y la permanente insatisfacción – salvo cuando se sienten sobrevolados por la gracia o poseídos por el duende – que supone la creación en el acto, en la arena, con muchos tanteos y casi con imposibilidad de enmienda, de una obra avocada a morir a poco de haber nacido. De ahí su envidia confesada con los pintores y escultores que pueden crear cuando les viene en gana, que tienen la posibilidad de enmendar su obra hasta el final, y que la dejan al alcance de los tiempos futuros. Por eso para la mayoría de ellos el temple, entendido como la capacidad de apaciguar la violenta embestida del toro y de conjurar aunque sea durante unos segundos el inapelable desvanecimiento de la belleza suscitada, es el núcleo del arte de torear. Pero ¡ojo!, sobre la técnica del temple como sobre la ortodoxia de otros conceptos tan fundamentales como el hecho de cruzarse o de cargar la suerte, sus opiniones e interpretaciones son muy variadas. Se expresan con la misma libertad con que otros artistas – los de los pinceles o buriles -, explican su particular manera de tratar los colores o las formas. Escuchándoles más de una vez me he convencido de que nosotros los aficionados deberíamos ser más cautos y resistir a la tentación de dogmatizar sobre tales conceptos.

Joselito y Juan Belmonte. Colección Los de José y Juan

La última verdad que creo haber captado es el excepcional valor de sus palabras. Son el fiel reflejo de su estilo, de su manera de seguir siendo toreros cuando se encuentran provisionalmente o definitivamente alejados de los ruedos. Reflejan su incesante búsqueda – o su añoranza de ella cuando están retirados – para “gustarse”, o sea sentir la emoción de emocionarse con el toro y de emocional al público, de ser el motor de esta onda de felicidad que se extiende por toda la plaza en algunos momentos privilegiados. Este discurso no me ha parecido ser menos intenso o deformado con respecto a la realidad de lo que han dibujado en el ruedo. Es un auténtico corpus artístico, tan valioso y significativo como el que han evidenciado cuando estaban en activo, y que sobrevive cuando el otro se ha apagado. Es su manera de triunfar– esta vez de forma más certera – del tiempo y de la muerte.

[1] En los libros El torero y su sombra, La Voz del ToreoEl Discurso de la Corrida.

François Zumbiehl (París, 1944), es catedrático de Lenguas Clásicas, doctor en Antropología Cultural y militante taurino. Socio de la Peña Taurina Los de José y Juan.

Alejandro del Río Herrmann, filósofo, es doctor por la Universidad de Valencia. Trabaja como editor en Editorial Trotta y es profesor de la Escuela de Filosofía de Madrid.

 

EL BULO COMPARTIDO. LOS ESCUDOS DE LA FACHADA DE LAS VENTAS

Artículo escrito por Juan Salazar. 

Resulta muy habitual que una idea que no responde a la verdad, a fuerza de ser repetida, se acabe convirtiendo en un concepto compartido y asumido por todos.

Nuestra querida Plaza de Toros de Las Ventas no podía ser una excepción a este tipo de gazapos, hasta el punto que la propia página web en el apartado referido a su arquitectura afirma lo siguiente:

La fachada de la Plaza es de ladrillo visto con decoraciones de cerámica vidriada que representan los escudos de todas las provincias españolas. Como curiosidad, sabemos que el escudo de Córdoba aparece representado en dos ocasiones y que del actual conjunto de provincias españolas solo faltan Ceuta y Melilla que en el momento de su construcción solo eran un protectorado español.

Esta frase, es compartida de forma generalizada por los aficionados.

Bueno, pues me temo que en estas afirmaciones hay multitud de inexactitudes. Vamos por partes.

  1. “…los escudos de … las provincias españolas”

Los escudos no son los representativos de las provincias sino de las capitales de provincia. Es decir, el escudo que aparece es el de Pamplona, San Sebastián o Bilbao, no el de Navarra, Guipúzcoa o Vizcaya.

Pamplona
Lérida
  1. “… y que del actual conjunto de provincias españolas solo faltan Ceuta y Melilla”

Es incorrecto. De entrada hay 47 escudos y a la fecha actual, además de las dos ciudades autónomas, existen 50 provincias con lo que las cifras no cuadran. Hay siete capitales no representadas y son: Las Palmas, Santander, Soria, Tarragona, Teruel, Valladolid y Vitoria

  1. “…el escudo de Córdoba aparece representado en dos ocasiones”

La afirmación es correcta pero incompleta. Hay tres capitales de provincia cuyo escudo está repetido: Huelva, Málaga y Córdoba.

  1. Existe un “error por omisión”, ya que no se indica que existe un escudo que no corresponde a ninguna provincia ni capital de provincia. Se trata del escudo de Ronda.

De esta forma las cifras cuadrarían:

  • 47 escudos, de los que 43 corresponden a capitales de provincia, tres están repetidos y uno es el de Ronda.
  • Hay siete capitales de provincia no representadas.
Ronda
San Sebastián

Finalmente, aunque tenga una importancia menor, aclarar lo que erróneamente escuché a dos aficionadas el otro día al salir del festejo, en el sentido de que algún toponímico figuraba “castellanizado” y algún otro no, lo cual es incorrecto. Los nombres de las capitales aparecen en su versión castellana por lo que Gerona y Lérida, aparecen como tal, no como Girona o Lleida.

Juan Salazar socio de la Peña Taurina «Los de José y Juan», es madrileño. Licenciado en Farmacia y MBA por el Instituto de Empresa, ha desarrollado su carrera profesional en el ámbito de la Consultoría y de los Recursos Humanos.  Aficionado por vía paterna, es abonado a la Plaza de Las ventas y habitual de los tendidos así en las ferias como en los domingos de cemento y turistas. Es autor del libro de recuerdos taurinos “Remembranzas Imaginarias; Madrid Museo Taurino Abierto”.