Un hombre excesivo, como persona, como torero, como protagonista social y artístico. Ese es el adjetivo que mejor le cuadra a Ignacio Sánchez Mejías, según el recorrido que por su vida y su obra realizó su sobrino nieto Ignacio Sánchez-Mejías, economista, auditor, profesor universitario y aficionado a los toros. Andrés Amorós, socio de “Los de José y Juan”, el mayor conocedor de la vida y obra del torero, recalcó la importancia del personaje de quien a modo de ejemplo, afirma que si hubiera sido un ciudadano de Estados Unidos, se habrían hecho películas sobre su vida.
Casado con Lola Gómez Ortega, hermana de Joselito, en cuya cuadrilla empezó su andadura taurina, de quien tomó la alternativa y a quien acompañó en la fatal corrida de Talavera. Torero de valor, sobresalía en la emoción del riesgo, sin desdeñar la capacidad técnica y la creación artística.
Las distintas facetas de su vida social son conocidas. Mecenas de la generación del 27, la edad de plata de la literatura española, él mismo escribió tres obras de teatro, de las cuales Sinrazón, estrenada en el teatro Calderón de Madrid, es un drama psicoanalítico. Produjo el musical Las calles de Cádiz, protagonizado por La Argentinita, gran amor del torero, donde participaron varios componentes de la generación del 27. Escribió numerosos textos y notas, que Andrés Amorós ha recopilado y dado forma de novela.
Actor social en su Sevilla natal, nombrado presidente del Betis, promotor de un servicio transatlántico de dirigibles que no llegó a ver la luz, fue como afirmó su sobrino nieto, un hombre excesivo, animador de la vida social y cultural de la España de antes de la guerra, que culminó tras su muerte en Manzanares con la elegía de Federico García Lorca “Llanto por Ignacio Sánchez Mejías”, que definitivamente lo inmortalizó en el recuerdo.
Una vida que no por conocida es menos interesante, repasada brillantemente por los participantes en la tercera conferencia del LXII Ciclo de la Peña Taurina “Los de José y Juan” en la sala Antonio Bienvenida de Las Ventas, en el año que se cumple el centenario de su alternativa en Barcelona, de manos de Joselito y en presencia de Juan Belmonte.
Para escuchar la conferencia completa, pincha en el botón «Reproducir» que aparece a continuación.
Ricardo Gallardo, ganadero de Fuente Ymbro es una persona de convicciones fuertes, se expresa con claridad y reparte sus opiniones allá donde le preguntan. Ganadero de éxito, no rehúye venir a Madrid donde traerá este año tres corridas de toros y tres novilladas, superando sus participaciones en la temporada pasada, donde presentó el 8 de octubre la gran corrida en la que Diego Urdiales, pleno de clasicismo, realizó la inolvidable faena a Hurón-120, Octavio Chacón se enfrentó en una dura pelea a Soplón-68 y David Mora sorteó al bravo Laminado-184.
En una muestra de su carácter poco amigo de componendas, criticó a la afición torista de Madrid por no haber pedido la vuelta al ruedo de Laminado, para su criterio el toro más bravo que ha lidiado en su carrera de ganadero.
En conversación con José Joaquín Moreno Silva, ganadero de Saltillo y socio de “Los de José y Juan” quien le presentó en la conferencia, fue comentandodistintos aspectos de su ganadería, en la segunda conferencia del LXII Ciclo de conferencias de la Peña Taurina “Los de José y Juan”.
Obtenida en el año 96 por la compra de una parte de Jandilla, siempre tiene unas palabras de agradecimiento para su propietario Borja Domecq, quien le apoyó en las labores de la ganadería y para “el tío Perico”, Pedro Domecq y Díez. No tarda en lidiar en Madrid y toma antigüedad en 2002, para extender sus corridas por las principales plazas de España y Francia.
Es fijo en Pamplona donde ha ganado numerosos premios y habla de Valencia como la plaza con la que está más identificado, Sevilla, Bilbao, Málaga, Logroño, Zaragoza, Nimes además de Madrid son plazas habituales, lo que quiere decir que está en las ferias más importantes de la temporada.
Lidia unos veinte festejos, entre corridas y novilladas, cada año, suficientes para una camada de vacas de unas 525, para las que tiene más de 60 sementales. Afirma que la regularidad de la ganadería se establece precisamente por el gran número de sementales y se muestra orgulloso de haber recibido el premio “Hierro de oro”, de Radio Nacional de España, en tres ocasiones desde su creación hace cinco años, como una constatación de su trabajo.
Es protagonista de dos innovaciones que han influido grandemente en la moderna ganadería: Las fundas y el tauródromo.
Debido a las características de las tierras de su finca, las fundas le permiten que los toros lleguen a las plazas con sus pitones sin desgastar, lo que aumenta el rendimiento de la cría, aunque dice que un inconveniente es que se aumentan las peleas entre los toros. Hoy las fundas están extendidas entre la gran mayoría de las ganaderías.
El primer tauródromo que vio, fue el de Juan Pedro Domecq, pero él lo organizó y sistematizó para poder hacer correr a los toros con regularidad y mejorar su rendimiento físico, aunque los toros además de preparación física necesitan casta, pues si no quieren embestir no hay fuerzas que valgan.
Con el nuevo aspecto que le da la barba, tan habitual en los toreros en invierno y que en su caso quizá obedezca a disimular una cicatriz de una reciente intervención quirúrgica, Ricardo Gallardo no rehuyó ningún tema de conversación, habló de su buena relación personal con Finito de Córdoba y Miguel Ángel Perera, y se mostró partidario del bombo para la feria de San Isidro, cuya fórmula se difundió, precisamente cuando empezábamos el coloquio con los asistentes, por parte de Gonzalo Bienvenida quien estaba entre los asistentes y nos dio la primicia.
La tauromaquia vive un momento complicado con enemigos externos, como los movimientos animalistas y los partidos políticos que quieren suprimirla, e internos, entre los que se encuentran la gestión empresarial, la necesaria modernización, la deficiente comunicación y sobre todos ellos la rutinaria previsibilidad del espectáculo y la falta de emoción.
Los aficionados tenemos opinión acerca de todos estos temas y la reflexión acerca de ellos, formaron el contenido de las intervenciones de los catedráticos Andrés Amorós y François Zumbiehl. El acto contó con la presencia y los comentarios de Manuel Ángel Fernández, Gerente del Centro de Asuntos Taurinos de la Comunidad de Madrid, invitado de honor a la inauguración del LXII Ciclo de Conferencias de la Peña Taurina “Los de José y Juan” y fue presentado por Andrés de Miguel.
Andrés Amorós desgranó una serie de medidas que separó en dos tipos, aquellas que son necesarias y posibles, aunque de difícil puesta en marcha y aquellas que son imprescindibles, pero parecen imposibles de adoptar, señalando que lo absolutamente fundamental es que el sector profesional adopte una visión de futuro y que haya una unión básica para defender la fiesta entre profesionales y aficionados.
François Zumbiehl expuso sugerencias para la reforma de la corrida actual haciendo hincapié en la necesidad de habilitar estructuras de participación y consulta para que la comunidad de aficionados defienda la fiesta de las presiones políticas, gremiales y antitaurinas, señalando la necesidad de realizar un Libro Blanco de la tauromaquia y un organismo unitario que lo lleve a efecto.
Restablecer el equilibrio entre los tres tercios de la lidia poniendo en valor la suerte de varas, reformular las fases sangrientas posteriores a la estocada y resituar socialmente la relación entre animales y hombres amenazada por las corrientes animalistas fueron también señaladas junto a la necesidad de la publicidad, la participación en redes sociales y la difusión entre la juventud, así como la críticaa las estructuras empresariales que forman un oligopolio cerrado y que impiden o retrasan las necesarias reformas, fueron diferentes temas que se expusieron con rigor y solvencia y que no agotaron las propuestas y comentarios de los participantes.
Se acompaña video resumen de la jornada y un archivo de audio con la totalidad de las intervenciones que para mejor seguimiento se acompañada de un minutado:
Desde 0’ a 5’10”Inauguración del Ciclo por Manuel Ángel Fernández
Desde 5’20” a 11’40” Presentación a cargo de Andrés de Miguel
Desde 11’40” a 32’00” Intervención de François Zumbiehl
Desde 32’30” a 50’00” Intervención de Andrés Amorós
Coloquio con la participación de
Desde 50’20” a 53’10” Andrés de Miguel
Desde 53’10” a 55’30” François Zumbiehl
Desde 55’30” a 1h 03’50” Manuel Ángel Fernández
Posteriormente intervenciones breves de François Zumbiehl, Manuel Ángel Fernández, Andrés de Miguel, Andrés Amorós y coloquio con los asistentes.
Los cuatro sábados del mes de febrero de 2019, la Peña Taurina “Los de José y Juan” celebra su LXII Ciclo de conferencias taurinas en el Aula Cultural Antonio Bienvenida de la plaza de toros de Las Ventas.
Hablar de toros, pensar la tauromaquia y difundir sus valores éticos y estéticos, es una actividad tan gustosa como necesaria en los tiempos actuales. Defender las corridas de toros de las trabas y prohibiciones externas, y defenderlas también de las tentativas de banalización para convertirlas en un espectáculo donde el riesgo esté ausente.
Los aficionados participamos de la fiesta de la que disfrutamos y lo hacemos difundiendo las ideas que la mantienen y dando la voz a sus protagonistas, aprendiendo de su historia y proyectando su futuro.
Se cumple en este año el centenario de la última temporada completa, en la que alternaron en los ruedos José Gómez Ortega “Gallito” y Juan Belmonte. Compartieron cartel en 64 corridas de las 91 y 110, respectivamente, en las que actuaron y fueron anunciados, en diferentes ocasiones, con la práctica totalidad del escalafón de toreros y más de 60 ganaderías diferentes, en un ejemplo de rivalidad tan diferente de las costumbres actuales.
Agradecemos cordialmente la colaboración y las facilidades que nos ha dado, como en años anteriores, el Centro de Asuntos Taurinos de la Comunidad de Madrid para la realización de este Ciclo de conferencias. Agradecimiento que hago extensivo a todos los que han participado en su organización, preparación y realización.
Os invito a que habléis de toros, a que colaboréis en las distintas actividades, a que acudáis a este Ciclo de conferencias, en la seguridad de que la voz de los aficionados es importante que se haga oír, para la construcción del futuro de las corridas de toros, para el mantenimiento de este espectáculo singular, en el que triunfar sin riesgo es triunfar sin gloria.
En la última Asamblea General de la Peña Taurina “Los de José y Juan” se aprobó la candidatura de José María Moreno Bermejo, para cubrir la vacante del puesto nº 50.
Aficionado a los toros, su historia y su cultura, es sobradamente conocido por su infatigable actividad en defensa y divulgación de la corrida de toros y su pureza.
Bibliófilo taurino, es actual Secretario de la Unión de Bibliófilos Taurinos de España y socio de las Uniones de México y Francia.
Autor de diversos libros que van desde la actualidad, como las ediciones del Ayuntamiento de Madrid sobre las temporadas 1997 a 2007, ilustradas por César Palacios, a los estudios históricos como “La saga de los Merchante” o “Gallito III debuta en Madrid” sobre la presentación de Joselito de novillero, entre otras numerosas obras.
Defensor de la importancia de la suerte de varas ha dedicado a la misma los libros La suerte de varas hecha y dicha por Raimundo Rodríguez y La verdad sobre la Suerte de varas, además de editar un interesante blog con el mismo nombre, que invito a seguir. http://lasuertedevaras.es/
Participa en varias peñas taurinas y es miembro del jurado de numerosos premios.
Conscientes del difícil momento que transita la tauromaquia, la Peña Taurina “Los de José y Juan” dedica su esfuerzo y actividades a defenderla y argumentarla, para lo que estoy seguro que la incorporación de José María Moreno Bermejo, será una importante contribución a la defensa de la pureza y el clasicismo en el toreo.
En esa seguridad doy la bienvenida a este nuevo socio.
Andrés de Miguel
Presidente de la Peña Taurina “Los de José y Juan”
Artículo escrito por el socio Gonzalo Santonja para el diario ABC.
Sostiene José María de Cossio en su enciclopedia «Los Toros», punto de partida para cualquier indagación en la materia, que «uno de los períodos más difíciles de esclarecer en la historia taurina es el que constituyen los primeros cincuenta años del siglo XVIII», que sin embargo también sería «uno de los más interesantes que pueda considerarse». Bien, pues a dicho tenor, y remontándonos no ya a los comienzos de dicha centuria, sino a los años noventa del XVII, a continuación daremos noticia de una espléndida talavera, en concreto de un ánfora, que deja claro que la suerte suprema ya entonces se ejecutaba prácticamente como en la actualidad.
Seamos exactos: se seguía ejecutando, porque en un capitel del Palacio de Requena de Toro (Zamora), en una de las misericordias de la catedral de Plasencia (Cáceres) o en uno de los códices del Monasterio de Guadalupe (Cáceres) queda fehacientemente acreditada su antigüedad en Castilla y León y Extremadura, más allá y más acá de Andalucía y los dominios pirenaicos, lo que de por sí desmiente la teoría de que el Toreo surgiera allí antes que en otros territorios peninsulares, patrimonio común de todos los españoles también por su nacimiento. En fin, las evidencias hablan o «eppur si muovo», que replicó Galileo.
Patrimonio de primer orden
Así pues, un ánfora. ¿Dónde se elaboró, en qué época, para quién y, por último, dónde se conserva y quién es su propietario? Estas son las preguntas que nos disponemos a contestar al hilo de la celebración en Murcia del II Congreso Internacional de Tauromaquia,organizado por el Ministerio de Cultura, y en plena efervescencia de la muestra «aTempora Talavera. 6000 años de cerámica en Castilla-La Mancha», región que a dicho tenor creó y atesora un patrimonio de primer orden.
«Platos son de Talavera/ que están vertiendo claveles», pondera el gran Lope de Vega por boca de Casilda en «Peribáñez y el Comendador de Ocaña». Pero claveles, claro está, entendidos en el sentido más amplio: motivos heráldicos, pájaros, ciervos, conejos, caballos, animales fantásticos, personajes y sucesos de la historia y la mitología clásicas, arquitecturas, escenas religiosas, estampas cinegéticas, hombres, mujeres y niños en distintos afanes… Y también, por descontado, toreadores (así se decía) y toros. Porque, como explica Balbina Martínez Caviro, estudiosa unánimemente reconocida de dicha cerámica, aquellos artistas anónimos gozaban de muchas oportunidades para inspirarse en el natural, ya que en la ciudad se celebraban frecuentes corridas, especialmente durante las «mondas y en los festejos en honor de la Virgen del Prado, patrona de la villa».
Serie polícroma
Los estudiosos han clasificado las distintas épocas, influencias y estilos de las talaveras producidas a lo largo de la Edad Moderna: las piezas decoradas sobre blanco en claroscuro azul, la serie de «las mariposas», las que reflejan la impronta renacentista italiana o la huella de los ceramistas flamencos, lozas jaspeadas y lozas esponjadas, en el XVI; las iluminadas con gamas tricolores y polícromas o la serie azul que responde a las pautas de las porcelanas chinas, en el XVII; las que muestran el influjo de los alfares de Álcora en el XVIII. Entre todas ellas, la pieza que ahora nos ocupa pertenece sin duda a la serie polícroma, caracterizada por estar pintada en azul, verde, amarillo, naranja y manganeso, y presentar motivos variados, entre los que resultaron muy del gusto de los clientes los de cacería y los taurinos, habituales en la etapa de plenitud de las talaveras, alcanzada al final del Siglo de Oro.
Y no cabe duda de que se hizo para el Real Monasterio de El Escorial: para ornato del palacio no para el convento, pues luce la parrilla evocadora del martirio de San Lorenzo mas carece del león rampante que singulariza a las destinadas a los jerónimos, marcas que identifican a los mejores clientes de aquellos alfares, con los frailes escurialenses atendiendo y acaparando los encargos de azulejos y lozas desde el reinado de Felipe II hasta la extinción de la Orden, particularmente de 1696 a 1723 bajo el designio de los priores fray Francisco de Madrid, fray Juan de Santisteban, fray Manuel de la Vega, fray José Talavera y fray Eugenio de la Llave. Son rasgos y etapas definitivamente establecidas por el propietario de esta magnífica pieza, Ángel Sánchez-Cabezudo, autor al respecto de una tesis incontestable y del estudio de las cerámicas talaveranas de esa época ahora expuestas en la iglesia talaverana de Santa Catalina, una de las sedes de «aTempora».
Dos secuencias del toreador
En esta talavera aparece un toreador ejecutando la suerte suprema, acción desarrollada en dos secuencias: en la primera, el diestro prepara para la estocada a un astado que sigue con la mirada los vuelos de la capa, mientras la segunda recoge el momento de la estocada, aplicada casi recibiendo y delantera con una espada de cazoleta y con la capa doblada sobre el brazo, convertida en muleta. Entrando al engaño, el toro acusa el golpe en los ojos, pero aún se mantiene firme. De plasticidad logradísima, el pintor, artista que obviamente sabía de toros, revela dominio del dibujo, la composición y el colorido, capta los movimientos y mide las distancias.
En definitiva, así como en la pintura, en la literatura o en la música, los Toros también fueron exaltados –claveles vertidos– desde las talaveras, ese «diálogo íntimo entre el hombre y el barro» (Martínez Caviro dixit) que rompiendo tópicos ilumina evidencias. Aquí y ahora, fundamentalmente dos: la Tauromaquia está hermanada con lo mejor de nuestra cultura en sus diversas manifestaciones y la nobleza de su antigüedad va mucho más allá de lo que algunos creyeron y otros repiten. Antes de seguir haciéndolo, que miren bien capiteles como el de Toro, misericordias como las de la Catedral de Plasencia, ilustraciones como las de Guadalupe, relieves como el de Catedral Nueva de Salamanca o que reparen en esta talavera.
Gonzalo Santonja Gómez-Agero es catedrático de Literatura Española en la Universidad Complutense (2004), director de la Fundación Instituto Castellano y Leonés de la Lengua. Pertenece a Academia Norteamericana de la lengua Española (ANLE) y Academia Argentina de Letras, es Hijo Predilecto de Béjar (Salamanca), Honorary Fellow in Writing por la Universidad de Iowa (USA), Profesor Honorario de la Universidad Ricardo Palma (Lima, Perú), dirige desde 2010 el Foro Internacional de Filología de la Feria del Libro de Guadalajara (México) y, entre otras distinciones, es Premio Nacional de Literatura (Ensayo) y Premio Castilla y León de las Letras.
La Peña Taurina “Los de José y Juan” otorgó el premio Adolfo Bollaín, al acontecimiento taurino más relevante del año 2018,a Diego Urdiales por su faena al toro Hurón-120 de Fuente Ymbro, el pasado 7 de octubre de 2018 en Las Ventas. El premio, votado con unanimidad, reconoce la conjunción de una faena clásica a un toro bravo, de gran pureza y belleza formal, en la que el riesgo nunca estuvo ausente, y que se sitúa entre las tres o cuatro más importantes de este siglo XXI en Las Ventas.
La circunstancia de ser la 5ª corrida de la temporada para Diego Urdiales, fuera de los circuitos de poder del mundo de los toros, hacen más relevante esta faena de quien también había toreado con pureza a un toro de Alcurrucén en Bilbao y con exposición a uno de Garcigrande en Logroño, en lo que formó una pequeña e ilusionante temporada. La escultura metálica de Pablo Lozano, que representa el premio, se le entregará al matador de toros en un acto este invierno en Madrid.
Además de la votación de este premio en la Asamblea General del 19 de noviembre, se realizó un resumen de las actividades de la Peña Taurina durante este año 2018 en el que enumeraron los distintos actos realizados, las nuevas iniciativas, la ordenación de los fondos del archivo y biblioteca y el nuevo blog a través del que la Peña Taurina Los de José y Juan aporta las opiniones y experiencias de sus cualificados miembros en las redes sociales.
Se comentaron las líneas principales del LXII Ciclo de conferencias que se realizarán los cuatro sábados de febrero en el Aula Antonio Bienvenida de Las Ventas en los que se contará con la participación de toreros, ganaderos, periodistas e intelectuales y en la que se realizará una sesión de debate que contará con la aportación de François Zumbiehl, Andrés Amorós y el presidente de la Peña Andrés de Miguel, en la que se abordará “La tauromaquia en su encrucijada del siglo XXI” con propuestas concretas de soluciones y de las maneras de dar voz a los aficionados, en esta situación que la tauromaquia se enfrenta a amenazas externas y retos internos.
Se eligió a José Mª Moreno Bermejo como nuevo socio para cubrir una vacante que completa la cantidad de 50.
Artículo escrito por Juan Salazar socio de la Peña Taurina “Los de José y Juan”. Juan es madrileño, licenciado en Farmacia y MBA por el Instituto de Empresa. Abonado a la Plaza de Las Ventas, es miembro de la Unión de Bibliófilos Taurinos, colaborador en la sección taurina de Radio Ya y autor del libro de recuerdos taurinos “Remembranzas Imaginarias; Madrid Museo Taurino Abierto”.
Mi buen amigo Eduardo no entiende que me guste visitar plazas de toros. ¡Pero si todas son iguales, redondas, con arena y más o menos parecidas!, es lo que me dice.
Mi querido amigo sabe mucho de fútbol, pero se pierde las maravillas de la Tauromaquia y las plazas de toros es una de ellas. Cualquier buen aficionado antes de acceder a la plaza para ver el festejo ya está disfrutando.
Sin entrar a comentar el aspecto externo de los cosos, que daría para mucho, simplemente hablando del ruedo, “a vista de pájaro”, nos encontramos con verdaderas sorpresas.
Hay ruedos ovoides y no hace falta rebuscar entre cosos abandonados. En Sevilla, la Real Maestranza desde las alturas se percibe con claridad que dista de ser redonda.
También tenemos otras plazas como la onubense de Zufre o la cercana pacense de Azuaga con formas similares.
Otros ruedos son redondeados, pero cabría definirlos como “ovoides irregulares”. Entre ellos podríamos citar la plaza aneja al Santuario de Nuestra Señora de las Nieves sita en Almagro, una de tantas plazas ubicadas próximas a ermitas o lugares religiosos, o la original de Corteconcepción con sus encalados e inmaculados tendidos.
Otras tienen forma “de pera”, quizás desde el suelo no lo percibamos, pero a vista de pájaro salta a la vista. Las plazas de Deza, con sus graderíos excavados en la piedra o la de Alaraz, aneja a la ermita del Santísimo Cristo del Monte, son ejemplo de ello.
Otras, como las de Albaladejo, conocida localmente como “el corral de las vacas”, la de Cumbres Mayores, al pie del castillo de Sancho IV “El Bravo”, o la de San Martín del Castañar, ubicada en una joya de entorno que es un conjunto histórico artístico, sorprenden al visitante por su formas oblongas, alargadas, muy alejadas de lo que imaginamos como plaza de toros redonda.
Pero si hablamos de formas curiosas, las plazas de toros cuadradas han constituido siempre una originalidad; en más de una ocasión he escuchado a alguna persona comentar que conoce tal o cual plaza de toros que “es la única cuadrada”. Bueno, aquí van varios ejemplos de plazas cuadrilongas: Las Virtudes, Puebla de Sancho Perez, Rasines, Segura de la Sierra, La Parra o Valdecarros.
Más original resulta la plaza de toros de Almadén, una verdadera joya restaurada que se ha rehabilitado como hotel y en el que las habitaciones dan al particular coso hexagonal.
La de Mijas, además de ser una plaza destinada a un público turístico, tiene forma de barco, conformando los tendidos la proa y la popa de la nave.
Hasta aquí las plazas con ruedos irregulares, pero hay otro conjunto de plazas, en las que se dieron festejos en su momento, que en la actualidad han dejado de hacerlo al estar enclavadas en pleno núcleo urbano de la población. De cualquier forma son plazas muy originales y que merece la pena visitar, como la hexagonal de La Carolina o las ochavadas de Aguilar de la Frontera, Archidona o los antiguos cosos de Tarazona o de Valladolid.
Dentro de este grupo podríamos citar la aragonesa de Chodes, que tiene forma poligonal.
Espero, con todo esto, que mi querido y apreciado amigo no vuelva a decirme eso de que “todas las plazas tienen forma redondeada y vista una, vistas todas”.