Gonzalo Santonja recibe el Premio Periodístico Taurino Manuel Ramírez

Foto: ABC

El catedrático de Filología de la Universidad Complutense de Madrid y socio de la Peña Taurina Los de José y Juan, Gonzalo Santonja, recibió este martes el XII Premio Periodístico Taurino Manuel Ramírez, que otorga ABC de Sevilla y la Real Maestranza de Caballería de Sevilla. Santonja recibió el galardón, una obra del pintor Manuel Salinas, de manos de la presidenta editora de ABC, Catalina Luca de Tena, y del teniente de hermano mayor de la Real Maestranza de Caballería de Sevilla, Santiago de León y Domecq.

También intervino en el acto, que contó con la asistencia de numerosas personalidades de la tauromaquia, la empresa, la cultura y la política, el director de ABC de Sevilla, Álvaro Ybarra. Además, por primera vez en la historia de estos premios, la entrega del premio se realizó en el salón de carteles de la Real Maestranza.

Santonja se hizo acreedor de este galardón por una Tercera publicada en ABC el pasado 12 de junio de 2018 y que tituló «¿Cuándo hablamos de lo nuestro?». Con este gráfico encabezamiento el autor instaba al Gobierno de Pedro Sánchez, entonces recién nombrado tras la moción de censura, a hablar de los toros, en el convencimiento de que la tauromaquia no es una consecuencia de lacultura española, sino «un elemento constitutivo de ella».

En su discurso, en el que Gonzalo Santonja deslizó citas al poeta Pedro Garfias o al torero Manolete, defendió precisamente esta idea del toreo como «rasgo constitutivo de nuestra realidad histórica, porque tenemos la certeza de una Hispania taurina antes de que Fernando III, uniendo las coronas de Castilla y León en 1230, levantara los cimientos de España».

También recordó este catedrático, premiado con el Ortega y Gasset (1990) y el Nacional de Ensayo (1995), su condición de salmantino, de español y, «por español, taurino» y, debido a esa condición, añadió, «tengo el sueño de Andalucía», «la tierra y las gentes que hicieron y siguen haciendo inmenso el arte de los temblores del toreo».

Por ello, recordó algunas tardes de toros vividas en la Real Maestranza, donde disfrutó de los «momentos eternos» de una faena de El Viti, la «gloria» de El Niño de la Capea o una «ovación inacabable» a Julio Robles que «tengo grabada en el alma».

Finalmente, Gonzalo Santonja tuvo cariñosas palabras para todos los miembros del jurado que ha distinguido su artículo, así como para la presidenta editora de ABC «titular de una saga siempre a la cumbre del periodismo», para concluir con un «¡Viva España!».

Catalina Luca de Tena inició su intervención recordando a Manuel Ramírez, que da nombre a un premio para «honrar la memoria de unilustre periodista que dejó en nuestras páginas un sinfín de testimonios de su talento y de su amor a Sevilla».

«Secular compromiso»

Sobre el artículo premiado, la presidenta editora consideró que es «extraordinariamente oportuno» por su defensa de la Fiesta en unos momentos en que «la tauromaquia recibe tantos ataques, nacidos delsectarismo y de la ignorancia».

La presidenta editora de ABC destacó, además, el «lugar privilegiado» en el que se entregaba por primera vez el Manuel Ramírez, motivo por el quiso agradecer la «hospitalidad» de esta institución y su «secular compromiso con la Fiesta de los toros».

A esta alianza entre ABC y la Real Maestranza de Caballería de Sevilla se refirió también Álvaro Ybarra, quien señaló que esta unión «asegura que se seguirá defendiendo y promoviendo el arte taurino y que este premio discurrirá por los terrenos de la excelencia, de lacalidad literaria y del compromiso con la Fiesta Nacional, tal y como le hubiera gustado a Manolo».

Santiago León y Domecq destacó sobre el artículo, que fue premiado por unanimidad del jurado, «la importancia del texto que presentó y que ha sido catalogado como “de antología”».

El jurado de esta edición estuvo formado por el catedrático y crítico taurino de ABC, Andrés Amorós; el torero Miguel Báez «Litri»; la profesora de Historia del Arte y presidenta de la Fundación de Estudios Taurinos, Fátima Halcón;Álvaro Ybarra y Santiago de León y Domecq, que actuó como presidente.

Anteriormente, recibieron este galardón Andrés CalamaroMario Vargas LlosaAntonio Burgos, Aquilino Duque,Antonio García Barbeito, Luis Nieto, Francis Wolff, Tristam Garel-Jones, Luis Carlos Peris, Esperanza Aguirre y, a título póstumo, el periodista de ABC de Sevilla Fernando Carrasco.

Gonzalo Santonja Gómez-Agero es catedrático de Literatura Española en la Universidad Complutense (2004), director de la Fundación Instituto Castellano y Leonés de la Lengua. Pertenece a Academia Norteamericana de la lengua Española (ANLE) y Academia Argentina de Letras, es Hijo Predilecto de Béjar (Salamanca), Honorary Fellow in Writing por la Universidad de Iowa (USA), Profesor Honorario de la Universidad Ricardo Palma (Lima, Perú), dirige desde 2010 el Foro Internacional de Filología de la Feria del Libro de Guadalajara (México) y, entre otras distinciones, es Premio Nacional de Literatura (Ensayo) y Premio Castilla y León de las Letras.

¿Cuándo hablamos de lo nuestro?

gonzalo santonja

«Gozando, como gozamos, de un gobierno que ha hecho bandera del diálogo, señor ministro, ¿cuándo hablamos de lo nuestro?, porque los Toros son nuestros, patrimonio español cultural y ecológico. Mejor, claro está, cuanto antes. Así se cortaría de raíz la sospecha, puesta en circulación por algunos malpensados, de que dicho talante conciliador solo sea para fugados y separadores»

A continuación, transcribimos el artículo publicado por nuestro socio Gonzalo Santonja y publicado en el periódico ABC. 

Corría el año de gracia de 1579, en que vinieron al mundo el dramaturgo Luis Vélez de Guevara y san Martín de Porres, primer mulato de América elevado a los altares, hijo de un hidalgo burgalés sin fortuna y de una liberta panameña, cuando don Joseph Villadiego Azetuno, cura de la iglesia parroquial de San Vicente de Ávila, entonces Ávila de los Caballeros, denominación perdida con el censo de 1877, tuvo a bien enderezar una petición a los «muy ilustres señores Justicia y Regidores» de la ciudad para que se volvieran a correr toros por las fiestas de los Santos Mártires Vicente, Sabina y Cristeta, costumbre interrumpida durante algún tiempo en sinrazón de la bula De salutis gregis dominici, fechada en Roma el 1 de noviembre de 1567, «pontificatus nostri anno II», con la que Pío V pretendió prohibir «estos espectáculos donde toros y fieras en plazas se corren», cuyo texto latino fue impecablemente traducido al español por Jesús María García Añoveros, marcando un contrapunto de rigor frente a las versiones de conveniencia y aun francamente sesgadas que ofrecen distintos portales de internet.

El intento del Papa apenas tendría recorrido, porque el Rey y la mayoría de los obispos se desentendieron, y tras la muerte del Pontífice, el 1 de mayo de 1572, la situación había ido poco a poco normalizándose, lo que aprovechó Villadiego Azetuno para promover la recuperación de una costumbre festiva de una antigüedad mayor a la que él mismo estimaba: «Dozientos y siete años», observada «desde el dicho tiempo a esta parte inviolablemente, hasta que se promulgó el Motu proprio del Papa Pio Quinto». Lo que a su juicio resultaba «no justo», sentimiento compartido por un consistorio que, además de acceder a dicha petición, añadió argumentos de peso en favor de la causa.

grabado toros

Y es que, lejos de limitarse a conceder la razón al peticionario, en su respuesta reprodujeron, y en consecuencia ratificaron, trasladado a escritura pública, un documento que Bernardino de Melgar y Abreu San Juan de Piedras Albas y Benavites, el Marqués de Piedras Albas, su descubridor, calificó, dando en el clavo, como «las Ordenanzas de toros más antiguas de cuantas se conocen hasta ahora», un hasta ahora cuya vigencia se mantiene todavía, ya que nadie ha puesto sobre la mesa unas disposiciones fechadas antes que estas, extendidas el miércoles 15 de junio, «era de MCCCLXXII», o sea en 1334.

El Marqués de Piedras Albas consiguió dos ejemplares, «uno impreso del año 1579, con legalización manuscrita al dorso por un Escribano de Ávila, y otro escrito a mano con letra del siglo XVI», ambos procedentes del «Archivo Parroquial de San Vicente de Ávila de un gran Legajo de Papeles de grandísimo interés» que el descuido de los hombres y los avatares del comercio situaron en una especie de alcaná de Valencia o Sevilla (don Bernardino dudaba) similar a aquel mercado persa de Toledo en que Cervantes habría dado con el manuscrito de Cide Hamete Benengeli. La fortuna le llevó a rescatarlo para devolvérselo de inmediato a dicha iglesia, «quedándome con estos dos documentos», pero quedándose con ellos no por decisión suya, sino por regalo del obispo Plá y Deniel.

Investigador a carta cabal, el Marqués, apologista insigne de Santa Teresa, lo trascribió y publicó en su notabilísimo estudio sobre las «Fiestas de toros: bosquejo histórico», impreso en 1927, pero a su muerte (1863-1942) aquí paz y después gloria o quién te ha visto y quién te ve o sombra de lo que eras, para expresarlo con palabras de Miguel Hernández.

Y así hasta que de nuevo en una alcaná y otra vez con la fortuna por medio («el azar es objetivo», señaló André Bretón) hace algunos meses me saltó la liebre de un ejemplar en perfectas condiciones, con tamaño de cartel o bando, impreso en 1579 y legalizado al dorso por un escribano público, al igual que el del Marqués aunque no el mismo, porque el que obra en mi poder presenta en los márgenes anotaciones manuscritas de muchísima curiosidad, trazadas en el XVII por un discrepante de Villadiego Azetuno que, disintiendo de sus fervores taurinos, reconocía y ponderaba la antigüedad de aquel regocijo taurino en honor de los Santos Mártires titulares de la Basílica de San Vicente, por cierto, maravilla entre las maravillas del románico universal.

toros avila

Sobre otros muchos aspectos, la actualidad de aquellas Ordenanzas de 1334 descansa en la atención preferente que establecen en favor, defensa y cuidado de los toros de lidia, lo que pone de manifiesto una preocupación por su integridad y buen trato que caracteriza a la Fiesta prácticamente desde sus orígenes, rasgo diferencial respecto a cualquier otra actividad desarrollada con animales. A dicho tenor la «muy noble Ciudad de Áuila» procedió sin contemplaciones: tras investir de poder a dos caballeros, «Blasco Ximénez, hijo de Fernán Blázquez, y Blasco Ximénez, hijo de Gómez Ximeno», el consistorio determinó una sangría de diez maravedís en la bolsa de quien hiriese o simplemente molestara a los toros durante la lidia («mientras lidiaren los toros»), sanción multiplicada nada menos que por cincuenta si el maltrato o la mera perturbación se producían en tanto eran encerrados, o sea, durante el recorrido por calles y plazas, acabado el encierro campero, cuando la manada se internaba por el casco urbano.

En resumidas cuentas: desde 1334 queda acreditado fehacientemente el cuidado y la preocupación por la integridad de los toros de lidia, realidad que hoy por hoy algún ministro parecería desconocer y que tampoco se ha sabido explicar desde los centros públicos y las comisiones de asuntos taurinos, así desaprovechado el inmenso patrimonio documental, literario, musical y artístico que certifica la profundidad y riqueza de la cultura de la Fiesta.

Ahora bien, gozando, como gozamos, de un gobierno que ha hecho bandera del diálogo, señor ministro, ¿cuándo hablamos de lo nuestro?, porque los Toros son nuestros, patrimonio español cultural y ecológico. Mejor, claro está, cuanto antes. Así se cortaría de raíz la sospecha, puesta en circulación por algunos malpensados, de que dicho talante conciliador solo sea para fugados y separadores. Yo no quisiera creerlo.

*Gonzalo Santonja Gómez-Agero es socio de «Los de José y Juan», catedrático de Literatura Española en la Universidad Complutense (2004),  director de la Fundación Instituto Castellano y Leonés de la Lengua. Pertenece a  Academia Norteamericana de la lengua Española (ANLE) y  Academia Argentina de Letras, es Hijo Predilecto de Béjar (Salamanca),  Honorary Fellow in Writing por la Universidad de Iowa (USA), Profesor Honorario de la Universidad Ricardo Palma (Lima, Perú), dirigedesde 2010 el Foro Internacional de Filología de la Feria del Libro de Guadalajara (México) y, entre otras distinciones, es Premio Nacional de Literatura (Ensayo) y Premio Castilla y León de las Letras.

Ir al artículo publicado en ABC. 

Ándrés Amorós, socio de «Los de José y Juan» recibe el premio Fábula Literaria Vicente Zabala.

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Foto recogida del blog «Del toro al infinito»

Andrés Amorós, socio de “Los de José y Juan” ha recibido el pasado sábado 2 de junio el XV PREMIO «FÁBULA LITERARIA VICENTE ZABALA” que otorga El Círculo Taurino Amigos de la Dinastía Bienvenida.

Este premio fue instituido en memoria de Vicente Zabala Portolés, quien ejerció la crítica taurina en las páginas de ABC y su primer galardonado en el año 2002 fue Guillermo Luca de Tena, director del diario en dicho año en el que se cumplía el centenario de su fundación.

Premio 2
Foto recogida del blog «Del toro al infinito»

Andrés Amorós recibió su galardón de manos del escritor y antólogo, Fernando del Arco, presidente de Círculo T. A. Dinastía de Barcelona y agradeció el galardón con brillantez e intensidad, en lo que fue una auténtica ponencia, que recorrió desde la exaltación de los valores de la tauromaquia a través de dos dinastías señeras como Dominguín y Bienvenida, hasta otros aspectos de la cultura taurómaca, con un preciso análisis del mundo del toro actual respecto a la situación social y política.

Premio 1
Foto recogida del blog «Del toro al infinito»

En el mismo acto celebrado en la sala Antonio Bienvenida de la plaza de toros de Las Ventas se entregó el XIV PREMIO “ANTONIO BIENVENIDA” A LOS VALORES HUMANOS al matador de toros Gonzalo Caballero.