¡SOCORRO¡……………

Llevamos quince corridas de toros en Las Ventas y seguimos sin ver torear ni una sola vez. ¡Ojo¡, digo TOREAR, no dar pases. Pases hemos visto muchísimos, unos pocos dados con buen gusto, acompañando con la cintura el viaje del toro y encajados, pero ¿torear?, yo, por lo menos, no he visto nada más que en contadísimas ocasiones. Todos sabemos que una cosa es torear y otra, muy distinta, dar pases.

Sigo pensando que gran parte de los toreros vienen a desarrollar su faena y les da lo mismo que el toro sea manso, bravo, noble, sin fijeza, con la cara alta, con la cara baja, ¡es igual¡. Hay que dar derechazos, algún natural, cambios de mano (que se han puesto de moda), vengan o no a cuento, los dobles pases de pecho, las manoletinas o bernardinas, todo ello casi siempre sin ningún sentido. ¿Qué le gusta al torero empezar la faena con pase cambiado?, pues se da. Que el toro no se arranca de largo, no importa, el torero se acerca más y listo, la cosa es pegar el pase. ¡ah¡, y al final, las “poncinas”, si, esos pases tan bonitos con que finaliza Enrique Ponce sus faenas, que a él le salen muy bien, pero, ¿a los demás?

Pero …. ¿y los toros?. Han fracasado prácticamente todas las ganaderías, las de “postín” y las que no lo son. No se me diga que los toros una vez embisten y otras no. Han lidiado ganaderías que TODOS sabemos llevan mucho tiempo sin embestir, entonces …… ¿por qué las traen?, y casi todos “galafates”, que torean los económicamente débiles, porque cuando vienen las figuras …………..

Hace muchos años, siendo yo un niño, escuché un día al inolvidable Curro Meloja (esto es para los ya maduros), en su programa Tauromaquia, contestar una pregunta de un oyente. Preguntaba la diferencia entre un matador de toros y un novillero, y Curro Meloja contestó: “muy sencillo, el novillero mata toros y el matador de toros mata novillos, y si es figura, becerros”. Eso ocurría en los años 50, y hoy en muchos casos sigue pasando.

Total no estoy conforme con casi nada de lo que pasa hoy, por eso, grito ¡SOCORRO¡.

Ramón Ramiro.

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